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La Sagrada Familia recurre de nuevo contra el túnel del AVE

Técnicos del templo y del ADIF planifican extraoficialmente la obra

Blanca Cia

La Sagrada Familia ha optado por una de cal y otra de arena en lo tocante al túnel del AVE. Por una parte, han vuelto a presentar un recurso en la Audiencia Nacional persiguiendo que se paralice la construcción del túnel que pasará bajo la calle de Mallorca, muy cerca de la fachada de la Glòria. El templo, además, se mantiene en sus trece de no permitir el chequeo previo de los técnicos del ADIF, el ejecutor de la obra del tren de alta velocidad. Pero al mismo tiempo, ingenieros y arquitectos de uno y otro lado intercambian periódicamente estudios previos a la perforación del subsuelo para preparar la obra, especialmente en lo relativo a la colocación de la pantalla de 200 pilotes para aislar los propios cimientos del templo de las vibraciones que ocasione primero la tuneladora y después el propio tren.

20 comunidades se han negado a las inspecciones previas del ADIF
Se han revisado unos 2.390 pisos y locales en los 5,6 kilómetros del túnel
La calle de Mallorca no recuperará la normalidad hasta el otoño de 2009

Y también se abordan más cuestiones, como la planificación de la auscultación que se hará del templo para controlar el impacto del túnel, el método constructivo en sí mismo y los cálculos del rendimiento de la tuneladora, según mantienen fuentes conocedoras de esos encuentros técnicos que se realizan con cierta periodicidad. "Es una forma de adelantar el trabajo para cuando finalmente se pueda entrar en el terreno del templo para auscultarlo y colocar los sistemas de sensores", apuntaban las mismas fuentes.

El patronato de la Sagrada Familia, por su parte, niega que esas reuniones sean para preparar la obra. Según su versión, en esos encuentros lo único que se intenta es "convencerles" de un cambio de trazado. Algo harto difícil, sobre todo porque las obras ya han empezado, aunque estén en la primera zona afectada, la más próxima a la Sagrera, que es por donde se introducirá la tuneladora.

En esa misma línea, fuentes del patronato informaron de que la semana pasada presentaron un segundo recurso ante la Audiencia Nacional contra el túnel por suponer riesgo para el templo, el mismo argumento que esgrimieron en el recurso contra el estudio informativo de la obra, en el que pidieron la suspensión cautelar. Los jueces denegaron esa pretensión, que ahora es planteada de nuevo con relación al proyecto constructivo.

La Sagrada Familia no es el único edificio en el que no se ha podido realizar la inspección previa a la excavación del túnel de 5,6 kilómetros que atravesará el Eixample. Lo mismo ha ocurrido en una veintena de edificios cuyas comunidades de vecinos no han permitido el acceso a las zonas comunes, como escaleras, patios o terrados. Se ha chequeado el 85% de los 534 edificios. En número de viviendas y locales representan unas 2.390 de las 2.500 previstas.

En el lado de la Sagrera se han empezado a colocar los dispositivos de auscultación del suelo y de los edificios de la calle de Mallorca hasta la Meridiana. Unos sensores que medirán los movimientos en horizontal y vertical que provoquen los trabajos. Ésa es, por ahora, la zona más afectada por las obras. Desde el pasado verano, la calle de Mallorca, desde el puente de Espronceda hasta la Meridiana, está literalmente patas arriba. Hasta el punto de que recientemente se han colocado unas lonas para cubrir las vallas que incluyen un directorio de los comercios que quedan atrapados entre las vallas. Los comerciantes ya han demandado algún tipo de compensación por los perjuicios.

También hay zanjas para desviar servicios y preparar lo que será el cráter por donde entrará la tuneladora. La normalidad no volverá a esa zona, por donde la construcción del túnel será a cielo abierto, hasta aproximadamente el otoño del año próximo, según los cálculos del ADIF.

La foto superior muestra la calle de Mallorca cortada por las obras del AVE. La inferior, la misma calle, en la confluencia con el puente de Espronceda.
La foto superior muestra la calle de Mallorca cortada por las obras del AVE. La inferior, la misma calle, en la confluencia con el puente de Espronceda.CARLES RIBAS

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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