La depuradora del Louro arrancará en enero próximo

El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, señaló ayer que la depuradora de Guillarei, construida hace dos años para dar servicio a los cuatro municipios de la cuenca del río Louro (Mos, Porriño, Salceda y Tui), comenzará a funcionar el próximo mes de enero. Antes de esa fecha los ayuntamientos deberán aprobar las tasas de vertido y otras medidas a las que están obligados, y posteriormente la Xunta firmará los convenios precisos con cada uno de ellos.

En una reunión con los alcaldes de los cuatro municipios, ayer en Pontevedra, se fijó la hoja de ruta para el arranque de la planta y del sistema de saneamiento que encabeza, en el que se invirtieron 98 millones de euros y cuya puesta en funcionamiento se viene demorando desde hace dos años, cuando se acabaron de contruir las instalaciones de la depuradora. La cuenca, como reconoció ayer el conselleiro, es una de las zonas más contaminadas de Galicia.

Contra la idea inicial, para la gestión del sistema no se creará ningún consorcio, sino Augas de Galicia contratará los servicios de una empresa para la fase de pruebas al tiempo que inicia el expediente de adjudicación definitiva de la gestión, por 10 o 15 años, a otra empresa, probablemente una de las grandes del sector.

Nuevas tasas

Para el mantenimiento de la planta se ha fijado un presupuesto de 2,5 millones de euros al año. Un millón será aportado por Augas de Galicia y el resto por los ayuntamientos, que la recaudarán entre los vecinos a través de una tasa de depuración, que se intentará que sea la misma en los cuatro ayuntamientos, que a su vez son partidarios de que sea la propia concesionaria final la que la cobre directamente.

Ayer quedó pendiente de determinar si la tasa a las empresas se fijará en función del caudal o de la carga contaminante que aporten al sistema. Pero Vázquez lanzó un mensaje de tranquilidad a las más de 150 industrias que tienen ahora condicionada su actividad a la puesta en marcha de la depuradora, después de que la Xunta les remitiese cartas advirtiéndoles de sanciones por haber caducado las autorizaciones provisionales de vertido directo. "Que estén tranquilos todos porque somos conscientes de que les estamos reclamando algo que de momento es de imposible cumplimiento", indicó el conselleiro.