"Como presidente o general, estoy preparado para gobernar el país"
El jefe rebelde congoleño, el general Laurent Nkunda (1967), habla pausadamente mientras mueve su bastón de pomo plateado. Se despacha a gusto contra el Gobierno de Joseph Kabila, al que acusa de servir a los radicales de la etnia hutu -responsables de la matanza de Ruanda de finales de los noventa- en contra de su gente, los tutsis. El movimiento rebelde de Nkunda, el Congreso Nacional para la Democracia del Pueblo (CNDP), insiste en que quiere dialogar directamente con el Gobierno de Kinshasa para frenar los combates. Pero, una y otra vez, la petición es ignorada.
Pregunta. ¿Hasta cuándo esperará una respuesta del Gobierno?
Respuesta. La negociación no está bloqueada, estoy esperando que la comunidad internacional se manifieste en el sentido político. Que un hombre como Olusegun Obasanjo [ex presidente de Nigeria, nombrado enviado especial de la ONU] opine sobre lo que sucede aquí es buena señal... Es una muestra del compromiso de la comunidad internacional para resolver el problema congoleño.
"Si los angoleños vienen a apoyar a los hutus, les combatiremos"
P. En el caso de que Kinshasa no ceda a sus pretensiones, ¿cuál será su estrategia?
R. Si Kabila no responde, demostrará que no tiene derecho a seguir en el poder. Un Gobierno que no escucha a sus ciudadanos y que no tiene tiempo de discutir tiene que dimitir. Si es necesario, hay que buscar otro líder.
P. ¿Por las urnas o las armas?
R. Con o sin elecciones, la cuestión es tener a alguien con capacidad para gobernar.
P. ¿Quiere gobernar la República Democrática de Congo?
R. Como presidente o general, en el Gobierno o en el Ejército, yo estoy preparado para gobernar y ayudar a Congo a crecer.
P. La población en Goma está aterrorizada ante la posibilidad de que usted tome la ciudad...
R. Cuando entramos en Rutshuru protegimos a la población. En cambio, las Fuerzas Armadas mataron a la gente en Goma. Conocemos bien a los asesinos de nuestro pueblo.
P. ¿Qué opina del papel de la misión de la ONU en Congo ?
R. Sin duda no están aquí para ayudar a los congoleños. Todo lo contrario. Son militares, no ángeles. Han venido para defender los intereses de sus Gobiernos. Cuando mataron a cientos de civiles en Goma no hicieron nada, ni siquiera abrieron una investigación. La misión de la ONU trabaja para el Gobierno, y éste para los terroristas del FDLR .
P. ¿Qué pasó en Kiwanja, donde hubo una matanza que se atribuye a sus hombres?
R. En Kiwanja combatimos fuera de la ciudad y cuando entramos ya no quedaban tropas del Gobierno. Tras nuestra retirada, ellos volvieron y asesinaron, violaron y saquearon la ciudad sólo para culparnos a nosotros.
P. La ONU ha pedido la desmilitarización de zonas para asistir a los civiles. ¿Está de acuerdo?
R. Estamos de acuerdo. Nosotros retrocedimos 12 kilómetros desde el aeropuerto de Goma y la MONUC lo único que hizo fue ceder el control a las Fuerzas Armadas de Kabila. Ni la propia fuerza de paz es capaz de respetar su propia petición de zonas desmilitarizadas... Es una vergüenza...
P. Se habla de la llegada de tropas angoleñas para reforzar al Ejército...
R. ¿Vienen para garantizar la paz? Porque si no es así, nadie les va a permitir aventurarse aquí. Si vienen para apoyar al FDLR y eternizar el sufrimiento del pueblo congoleño, los combatiremos.
P. Usted niega que Ruanda les apoye tanto militar como financieramente. ¿Se financian con las minas bajo su control?
R. No hay minas controladas por el CNDP, todas las que hay en nuestro territorio son explotadas por sus propietarios, que están en Goma. No intervenimos nunca en su explotación. Nos financiamos con las aportaciones de nuestros miembros. Somos un gran movimiento, la esperanza de Congo.
P. Si hubiera un diálogo, ¿qué pediría?
R. El desarrollo económico del país es catastrófico. Nuestra economía es inexistente. En lo político tendremos que discutir sobre el modelo de Estado [apuesta por el federalismo] y resolver la cuestión de la seguridad. No hay Ejército en Congo y el este del país está bajo el control de fuerzas extranjeras. Hay que formar un Ejército nacional fuerte.
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