William Wharton, pintor y novelista estadounidense
Fue galardonado con el National Book Award por la novela 'Birdy'
William Wharton, el pintor convertido en escritor con la novela Birdy, murió el pasado 29 de octubre en Encinitas, al norte de San Diego (California) debido a una infección mientras estaba hospitalizado por problemas de presión sanguínea. Tenía 82 años. Algunos de sus libros fueron llevados a la gran pantalla.
Wharton nació el 7 de noviembre de 1925 en la ciudad de Filadelfia (Pensilvania). Se alistó como voluntario del Ejército a una edad temprana, y fue herido severamente en la II Guerra Mundial. A su regreso del frente se hizo con un título de graduado en artes por la Universidad de California y un doctorado en psicología.
Tras concluir sus estudios, y antes de emigrar junto a su familia a Europa en 1958, impartió clases en una escuela pública en Los Ángeles. Wharton vivió en Italia, Francia, Alemania y España. En la capital francesa se estableció como pintor en 1968, bajo el nombre de uno de los 250 canarios que cuidaba, Albert du Aime.
La llama escritora de Wharton creció ya entrado en los 50 años, cuando vivía en un barco sobre el Sena. Birdy, su primer libro, fue publicado en 1979. Y gracias a su gran imaginación, que plasmaba con facilidad sobre papel, logró atraer la atención de lectores indiferentes hacia temas como los pájaros.
Él mismo explicaba que buscaba palabras para las imágenes que pasaban por su cabeza. Wharton fue galardonado con el National Book Award por este libro, en el que a través de un veterano de la II Guerra Mundial que se cree un pájaro relata su propia experiencia como militar y su pasión por los canarios.
También finalista del premio Pulitzer, Birdy fue llevado a la gran pantalla en 1984 por el director Alan Parker, y con Nicholas Cage y Matthew Modine como actores principales. No fueron las únicas obras que tuvieron su propia versión en el celuloide. A ella se le suma la adaptación de Dad, en 1989, y la de A midnight clear, en 1991. Wharton escribió cerca de una docena de novelas.
Nunca quiso ser conocido, y por eso firmaba sus obras con el nombre de su canario y su primer libro con seudónimo. Ni tan siquiera aspiraba a ser un pequeño novelista. Y a pesar de su exitosa carrera literaria, el escritor no abandonó su pasión por el lienzo y siguió pintando porque decía que la brocha era tan importante para él como la pluma, porque le daba libertad.
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