Blasco apoya las demandas del Polisario ante la ONU

El consejero de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, expresó ayer su apoyo a las conclusiones de la 34ª Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui (Eucoco) y, por ende, el respaldo a la demanda a la ONU para que se retomen las negociaciones iniciadas en Nueva York que instan a exigir a Marruecos un "compromiso leal".

El representante del Consell también pidió al Gobierno central que adopte un papel "más activo" en el proceso. Blasco hizo estas declaraciones durante la clausura de la cumbre anual de análisis del conflicto saharaui, que se ha celebrado en Valencia con la participación de 500 personas. En el acto de clausura, Blasco estuvo acompañado por el líder del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, y el presidente de la Coordinadora Europea de Solidaridad con el pueblo saharaui, Pierre Galand. Éste anunció que la cita de 2009 se desarrollará en Barcelona.

Blasco realizó un llamamiento al Gobierno para que "se involucre al máximo en resolver el problema del pueblo saharaui para que las Naciones Unidas arbitren la solución más justa como ha sucedido con otros muchos pueblos". En este sentido, resaltó que el "empeño de trabajar todos los días por esta causa noble y justa no es un regalo que se hace a nadie, sino una obligación que tenemos las personas democráticas".

Durante tres días, se ha analizado la actualidad y la agenda política del conflicto saharaui abordando futuras acciones políticas y sociales. Los equipos de trabajo han extraído conclusiones que se recogen en la declaración final, que Blasco consideró una "excelente guía de acción para acelerar el proceso de negociación y recuperar cuanto antes los derechos del pueblo saharaui".

Por su parte, el presidente de la Coordinadora insistió en exigir a Marruecos un compromiso "leal" en las negociaciones y que las Naciones Unidas creen una comisión que trabaje para recuperar la autodeterminación a través de un referéndum y que se respeten los derechos humanos del pueblo.

En la declaración final de esta edición de la cumbre se denuncia la "obcecación política de Marruecos, así como la complacencia culpable de España y Francia respecto al ocupante" y critica las "múltiples represiones y violaciones masivas y reiteradas de los derechos humanos" del pueblo saharaui, así como la "explotación ilícita de los recursos humanos" del territorio.