Evolución de la especie autonómica
Una exposición reúne los carteles y papeletas de los candidatos a la Junta
La nostalgia es una caricia que se hace a la vivencia. Eso dijo ayer el periodista Ton Martín Benítez al abrir un coloquio entre los cuatro candidatos a la presidencia de la Junta en 1982, el año en que se estrenó la autonomía y el Parlamento andaluz. En efecto, la cosa iba de añoranza, de evocación, pero, sobre todo, de historia: minutos antes la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, había oficiado la inauguración en el patio del antiguo Hospital de las Cinco Llagas de la exposición La democracia da la cara, que recopila los carteles de los 17 candidatos cuyos partidos lograron escaños en las ocho elecciones, además de 3.900 nombres que integraban las listas electorales.
Se trata de un trabajo novedoso: hasta ahora nunca se había reunido la cartelería más simbólica de estos años y las papeletas de voto. Y laborioso. Aunque la prolija propaganda electoral de aquellos tiempos cubrió casi por completo paredes y farolas, muchos se han perdido, no existen, han desaparecido de los archivos de los partidos, que han ido mutando al ritmo de las necesidades políticas y olvidando caras, eslóganes, y, a veces, fracasos. Como por ejemplo, el del Arturo Moya, un empresario que en 1994 encabezó un experimento de los andalucistas de doloroso recuerdo (doloroso porque resultó una calamidad, ni siquiera sacó su escaño). Ha sido él mismo quien ha aportado a la exposición el cartel, que tenía en casa enmarcado como una muesca exótica en su trayectoria profesional.
Algunos carteles se han perdido y han sido recuperados a partir de fotografías
No ha habido manera de hallar tampoco un ejemplar del reclamo de Antonio Hernández Mancha, el candidato de Coalición Popular en 1986, y se ha tenido que rehacer a partir de una fotografía periodística. Algo similar ha pasado con Gabino Puche, la marca del PP de 1990, que se ve borroso, toda una alegoría de lo que fue su solitaria y deslavazada campaña tras haber caído en desgracia ante la corriente emergente de José María Aznar. Acogotado por la organización nacional, Puche recorrió Andalucía casi sin medios, tan pocos que en un pueblo de Almería el escenario se le vino abajo con los músicos del conjunto que amenizaba la velada. El resultado fue un abismo de 36 escaños con el PSOE (26 a 62).
Recuperar las papeletas de los partidos en cada provincia también ha sido una empresa ardua, posible en algunos casos por los recuerdos particulares de funcionarios. Algunas se han copiado a partir del modelo y reconstruido con los nombres que figuran en la Consejería de Gobernación. Fuensanta Coves mencionó en su discurso el "honor" que supone para el Parlamento ordenar, de forma pionera, un patrimonio como este, que ha contado con la ayuda de la Fundación Cajasol, cuyo presidente, Antonio Pulido, destacó la aportación histórica de la muestra.
De los candidatos de 1982 que participaron ayer en el coloquio, la curiosidad sin duda era Felipe Alcaraz (PCA-PCE), el único que sigue en activo y en primera línea. Los demás -a saber: Luis Uruñuela (PSA), Luis Merino (UCD) y Rafael Escuredo (PSOE)- hace tiempo que están en otros menesteres. El quinto, Hernández Mancha, no pudo asistir, si bien Alianza Popular (AP) renunció en esa ocasión a presentar un candidato a la presidencia de la Junta, y concurrieron los ocho cabezas de lista, bajo el liderazgo, eso sí, de Hernández Mancha.
Felipe Alcaraz fue cartel en 1982 y en 1990, la ultima vez ya bajo las siglas de Izquierda Unida. En la primera aparece caminando junto a Dolores Ibárruri, Pasionaria, y Santiago Carrillo, apuntalado con el lema Juntos podemos, que recuerda al Yes we can (sí podemos) del omnipresente Barack Obama. Ya entonces tenía Alcaraz un cierto aire de cantaor flamenco -con la chaqueta oscura casi siempre sobre los hombros- que no le ha abandonado, aunque ayer lució camisa encarnada en correspondencia con lo que se lleva, en moda y en la nueva IU, cada día más roja y radical.
Resulta entrenido comprobar la huella de los años y la evolución de la especie autonómica. Cómo, por ejemplo, a Javier Arenas (1994, 1996, 2008) le van invadiendo las canas hasta tener la cabeza completamente blanca, mientras Manuel Chaves (1990, 1994, 1996, 2000, 2004, 2008) pierde pelo y kilos de cartel a cartel. O cómo, en la última edición, a todos se les ha caído las corbatas.
Otra de las curiosidades de la exposición es Teófila Martínez, única mujer candidata a la presidencia de Andalucía, pero no fue. Ni ella ni nadie del PP, pese a estar invitados, según la organización, todos los diputados de la legislatura de 1982, los miembros de la mesa y portavoces de las ocho legislaturas, y los parlamentarios del mandato actual.
Además de Ton Martín Benítez, recordaron ayer vivencias los periodistas Pepe Fernández y Rafael Rodríguez, también, como otros muchos cronistas, el reverso (y la cruz) de estas caras de la democracia.
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