Antiabortistas
Llamar a los fundamentalistas religiosos que se niegan violentamente a que las mujeres tengan la posibilidad de abortar "grupos pro vida" es un error semántico y político. Los grupos antiabortistas se hacen llamar "pro vida" porque defienden la idea de que las mujeres que deciden el aborto y los médicos que lo llevan a cabo son homicidas, y se ensalzan como salvadores de futuras vidas.
Sin embargo, si se les llama antiabortistas no se les ofende, porque están en contra del aborto, y se dice la verdad: que son personas en contra de que otras actúen, en uno de los momentos más íntimos y dolorosos de su vida, según su sentido común. A personas empeñadas en interferir con la vida de mujeres que no conocen es mejor no elevarles la categoría con un nombre que no les corresponde.