Louzán oculta el coste de una comida con 3.000 personas

No hubo respuesta ayer para los diputados provinciales socialistas de Pontevedra que quisieron saber cuánto le había costado a la institución provincial el homenaje a las cofradías celebrado el pasado 27 de septiembre. El presidente de la Diputación, Rafael Louzán (PP), invitó a unas 3.000 personas a disfrutar de un día de esparcimiento en el Castillo de Soutomaior. La invitación incluía transporte, comida y baile, además de un detalle para los patrones mayores.

Como poco, el día le salió a la Diputación de Pontevedra por 40.000 euros. Así lo certifica la resolución presidencial firmada este mismo mes por Louzán donde consta una factura de 20.000 euros a una sociedad limitada en concepto de transporte y otra, de 19.400, a una empresa de publicidad responsable de la organización. Lo que no aparece en ninguna de las dos es el coste de la comida que se sirvió aquella jornada: empanada de carne y de bonito, carne ao caldeiro regada con vino blanco y tinto y café, todo ello amenizado con la actuación musical del grupo A Roda. Los socialistas siguen echando cuentas tras el silencio de los populares, que pospusieron la respuesta a una pregunta registrada el día anterior al pleno. Con todo, Louzán no perdió la sonrisa al hablar de "absolutísima transparencia" en su gestión y garantizar una aclaración que en el PSOE no saben cuándo llegará.

"Había 9 deportistas pontevedreses y era nuestra obligación estar en los Juegos"

Los socialistas quisieron saber también quién compuso la comitiva que viajó en agosto a los Juegos Olímpicos de Pekín y cuánto dinero desembolsó entonces la Diputación. "Ni un euro", contestó el responsable de Deportes, Enrique Sotelo. "Fuimos invitados por la Federación Galega de Piragüismo" (a la que subvenciona la Diputación), precisó al finalizar el pleno. En ese nosotros incluía también a Louzán, a un funcionario del área de Deportes, José Covelo y a la responsable de prensa del PP en Pontevedra, Ana Gómez. La presencia de esta última fue justificada por Sotelo como "miembro del equipo de asesores" de Louzán.

Si los gastos de avión y alojamiento los cubrió la federación, "las aguas, las cervezas y los mojitos que nos tomamos los pagamos de nuestro salario", replicó Sotelo. Él se dejó "unos 3.000 euros" de su bolsillo. No obstante, el socialista Emilio González reclamó la relación de costes y apuntó: "No olviden poner el apartado telefónico", ya que este gasto sí corrió a cargo del ente provincial. ¿El uso de esos móviles en China? "Ni más ni menos que el de siempre", explicó Sotelo. Louzán, molesto porque el PSOE sembró la duda de si había sido o no la Diputación la que había pagado su visita a Pekín, espetó: "Nosotros podíamos poner a funcionar el ventilador y decir cuántos fueron de la Xunta". Eso no lo dijo, pero sí comentó su "extrañeza" al encontrarse en el avión con miembros del Gobierno autónomo que iban "en gran clase". El precio de su billete, que buscaron "por curiosidad", era de 6.000 euros mientras el de la comitiva provincial, que viajó en turista, fue de 1.600. El caso, prosiguió el presidente provincial, "es que les debió de gustar la cosa porque volvieron". Se refería Louzán a cinco personas que viajaban en representación del Xacobeo.

Sin dejar de hacer referencia al despliegue de los gobiernos autónomo y central en la capital china, el presidente del PP en Pontevedra instó a los medios de comunicación "a que hagan las cuentas y pregunten cuánto costó a la Xunta, y ya no hablemos de los ministros, que pasó por allí hasta el de Industria". "Estamos hablando de muchas decenas, centenares de miles de euros de todos los españoles", sentenció. Tras calificar el debate de demagógico, justificó su presencia en los Juegos Olímpicos por la participación de "doce deportistas gallegos, de los que nueve eran pontevedreses". "Era nuestra obligación", apostilló Sotelo

Louzán también aludió a otro viaje a China del alcalde socialista de Lugo, Xosé López Orozco, que "les costó a los ciudadanos 18.000 euros, más 1.300 de pagas extra para el traductor". "Habría que preguntarse cuál fue su misión", concluyó. Orozco acudió para hermanar las murallas de China y Lugo.