El Consell recorta un 12% su inversión pero dispara la nómina cerca del 9%

Los presupuestos de la Generalitat para 2009 recortan la inversión directa del Consell en un 11,9% mientras que disparan el gasto para cubrir la nómina de los empleados de la Generalitat un 8,7%. Gerardo Camps, vicepresidente económico y consejero de Hacienda, calificó los presupuestos como "austeros, realistas y anticíclicos".

Todas las patronales valencianas han solicitado un alza de la inversión pública como contribución de las administraciones para hacer frente a la crisis, un esfuerzo colectivo para paliar la falta de inversión privada derivada de la debilidad del ciclo económico. Pero la capacidad de maniobra del Consell es prácticamente nula. El coste de los servicios que debe gestionar la Generalitat y, sobre todo, el coste del personal empleado por la Administración autonómica impide cualquier alegría al consejero de Hacienda.

La Generalitat se endeudará en más de mil millones en 2009

"La nómina crece 450 millones, más que el conjunto del presupuesto"

La obra licitada por la Generalitat cae a la mitad en nueve meses

Gerardo Camps: "Gano la mitad que el consejero de Hacienda catalán"

Gerardo Camps ha cuadrado las cuentas agotando al máximo el déficit que se acordó en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que congrega al Gobierno y a todos los consejeros autonómicos, un 0,75% del PIB, unos 750 millones de euros en números redondos. Y acumulando otro 0,25%, otros 250 millones de euros, a expensas de un programa de inversiones que todavía tiene que aprobar el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes. Camps se mostró absolutamente convencido de que Solbes no pondrá ningún problema en esta ocasión aunque en otros ejercicios el Ministerio de Hacienda ha sido mucho más estricto. En conjunto, la Generalitat recurrirá al crédito ajeno, se endeudará, por un total de 1.032 millones de euros, para poder afrontar unos gastos totales de 16.645 millones que incluyen las previsiones de las empresas y entidades públicas.

El presupuesto de la Administración de la Generalitat suma 14.286 millones y crece un 3,3% respecto al ejercicio anterior, el menor crecimiento en los últimos 20 años. El propio Camps asumió que "el capítulo 1 [la nómina] crece más que el conjunto del presupuesto".

La congelación salarial de los altos cargos o del personal eventual al servicio de la Generalitat resulta irrelevante ante los 5.440 millones de euros que cuesta pagar a los empleados públicos, 450 millones más que el año pasado. El alza salarial, los acuerdos sectoriales alcanzados en Educación, Sanidad o Justicia y el aumento de plantillas explican, por ese orden el alza del capítulo 1. La nómina también experimentó el mayor crecimiento relativo en los presupuestos del año pasado, con un alza del 11%. Interrogado sobre una operación de compra de la paz social con los sindicatos de funcionarios, Camps replicó escueto: "La Generalitat cumple sus compromisos". Y aprovechó para comentar que el peso relativo de las remuneraciones a los altos cargos de la Generalitat respecto a otras administraciones es mínimo. "Yo cobro la mitad que mi colega catalán", dijo.

De acuerdo con el guión habitual, Gerardo Camps también intentó trasladar al Gobierno socialista las carencias que sufre la Comunidad Valenciana en materia de inversión pública. Es cierto que Cataluña está mucho mejor tratada. Pero los datos de Seopan, la gran patronal de la construcción, son inapelables. La licitación de obra pública por parte del Estado en territorio valenciano hasta septiembre de 2007 era de 800 millones y ha crecido a 920 hasta septiembre de este año, casi un 15% más. La licitación de obra pública por parte de la Generalitat, sin embargo, era de 1.150 millones de euros hasta septiembre de 2007 pero apenas superaba los 600 millones hasta septiembre pasado, casi la mitad.

Un nuevo modelo de financiación autonómica, que debería elevar en torno a mil millones anuales la financiación que la Generalitat recibe del Estado, según los responsables de la Consejería de Hacienda, daría cierto margen al Consell.

Gerardo Camps reiteró que Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, deslizó el martes que todavía sería posible acordar un nuevo modelo que entrara en vigor en enero de 2009 aunque su aplicación efectiva sea gradual durante varios años. Y subrayó que Antoni Castells, consejero de Hacienda de la Generalitat de Cataluña, también está convencido de que será posible alcanzar ese acuerdo en una reunión del CPFF prevista dentro de dos semanas. "Tal vez se fía más que yo de Solbes", bromeó. Pero lo cierto es que Castells ha cuadrado sus presupuestos con una previsión de crecimiento de la economía de una décima mientras que Camps eleva la previsión de crecimiento para 2009 a un punto, igual que Solbes.

También sigue las instrucciones de Solbes al elevar un 25% la previsión de ingresos derivados del IRPF, pero se ha guiado por su propio olfato al recortar cerca del 30% los ingresos vinculados al impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, un gravamen directamente vinculado a la evolución del mercado inmobiliario, el gran motor de la economía valenciana durante años.