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El Ayuntamiento sopesa crear su 'Setmana del Llibre'

Los editores deciden trasladar la feria a Sant Cugat en 2009

José Ángel Montañés

De la estación de Sants a las Atarazanas y a la plaza de Catalunya, y de allí a la plaza de la Catedral en la edición de 2008. La Setmana del Llibre parecía no encontrar su sitio en Barcelona, por eso en la edición del año que viene dará el salto y se celebrará en el monasterio de Sant Cugat. Así lo manifestó ayer Albert Pèlach, presidente de la comisión organizadora de la Setmana del Llibre, que explicó que, además de cambio de ubicación, la edición de 2009 ofrecerá un nuevo formato y pasará a ser un festival del libro más lúdico y abierto al público, que se llamará Fes-te Llibre. La decisión ha creado malestar en el Ayuntamiento de Barcelona. Jordi Martí, delegado de Cultura, cree que "es respetable, pero un error, pues la centralidad de Barcelona es necesaria para conseguir una mejor promoción del libro catalán". Martí añade: "La ciudad de Barcelona seguirá comprometida con el libro en catalán y tras el cambio de escenario no descartamos promover otras formas de difusión e iniciativas".

El gremio reclamaba sede fija en el corazón de la ciudad

Las desavenencias comenzaron en marzo, tras el cierre de la edición de este año. El Ayuntamiento había comunicado a la organización que la carpa no volvería a instalarse en la plaza de la Catedral. Según Pèlach y Martí por un problema de ocupación del espacio público, por el gran impacto de la carpa en una zona de gran afluencia. El Ayuntamiento ofreció como alternativa cuatro espacios de la ciudad: los Jardinets de Gràcia, la zona ajardinada de la Gran Via entre la Rambla de Catalunya y el paseo de Gràcia, el paseo de Lluís Companys y la plaza de la Universitat, lugares "utilizados por otras entidades y muy céntricos", según Martí, pero que fueron rechazados por la comisión organizadora. Pèlach los calificó ayer de "marginales y negativos para el desarrollo de la Setmana", al igual que hubiera sido volver a las Atarazanas "un paso atrás".

Martí explica que "se ha trabajado duro, no hay una causa objetiva para lo que ha sucedido y el Ayuntamiento no podía abrir más las puertas de la colaboración". La única condición era que "no podía ser en la zona de la catedral", concluye Martí.

Pèlach, tras afirmar que "el Ayuntamiento de Barcelona quería colaborar pero que no se han encontrado respuestas a las necesidades", explicó las grandes líneas del "preproyecto" del festival, que se celebrará en Sant Cugat entre el 6 y el 15 de marzo. "Será un esfuerzo por romper el modelo de megalibrería y hacer espacios más cercanos a la gente", dijo Pèlach, que mostró un croquis de las instalaciones, donde habrá varios espacios (posiblemente en carpas transparentes): uno de narrativa y ensayo; otro para literatura infantil; el claustro, que acogerá exposiciones y actuaciones, y otro para los libros no impresos: la catosfera, con blogs de Internet. Es un proyecto "con el que Barcelona no podía competir", afirma Pèlach, que concluye que "no se trata sólo de vender más libros, sino de dinamizar para que la gente compre todo el año, algo que se conseguirá con el tiempo, no será un éxito de ahora".

Los organizadores del nuevo festival cuentan con una subvención de 200.000 euros de la Generalitat (el 30% más que el año pasado), y el Ayuntamiento de Sant Cugat cede los espacios y la logística para el desarrollo del nuevo evento, si bien no participa económicamente.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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