_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Comandos sin fronteras

Es improbable que el ataque de EE UU en suelo sirio dinamite la aproximación con Washington

Comandos helitransportados estadounidenses atacaron el domingo una aldea siria junto a la frontera iraquí, dieron muerte a varias personas y abandonaron el territorio. El incidente -que Washington explica sin ninguna convicción como una operación contra un peligroso elemento de Al Qaeda, y Damasco califica de crimen contra civiles- ha devuelto aparentemente a su peor momento las relaciones entre Siria y EE UU. Damasco, que ha protestado ante la ONU, cerró ayer una escuela y un centro cultural estadounidenses. Y hasta el propio Gobierno iraquí ha condenado la acción, en un inusual revolcón a su valedor estadounidense.

Pese a la dureza del pronunciamiento de Damasco sobre los hechos -que repiten en otro escenario procedimientos que el Ejército de EE UU está utilizando en Pakistán- y pese a su tratamiento explícitamente despectivo de las capacidades del presidente Bush, es poco probable que el confuso incidente tenga repercusiones serias en el incipiente deshielo entre la dictadura siria y Washington. El Gobierno de Bachir el Asad no puede dejar de utilizar como altavoz internacional un suceso en el que le asiste la razón y que parece a su medida de régimen acosado por EE UU. No en vano Damasco es el único aliado regional de Irán, además de declarado protector de islamismos radicales como los de Hamás en Gaza, o Hezbolá en Líbano.

Pero, de manera clara en los últimos tiempos, Asad está empeñado en salir del ostracismo internacional, coincidiendo con la suavización de la otrora férrea política de aislamiento patrocinada por Bush. Este soterrado acercamiento entre adversarios está reflejado en las tres veces que Condoleezza Rice ha visto a su homólogo sirio en el último año y medio; o en la reciente colaboración siria para reconducir sus inadmisibles relaciones con Líbano, país que ha dominado militarmente durante décadas con su Ejército y sus espías; también en las conversaciones indirectas, impensables hace poco tiempo, que Damasco mantiene con Israel, con mediación turca, en busca de un acuerdo de paz que resultaría histórico.

Siria, en cualquier caso, ni quiere ni puede enajenarse la posibilidad de que Washington cambie favorablemente su registro si resulta elegido Barack Obama. El aspirante demócrata a la Casa Blanca dice que está a favor del diálogo con Damasco para ayudar a estabilizar la región.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_