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Caixa Catalunya arrienda casas impagadas a sus antiguos propietarios

Lluís Pellicer

Cajas y bancos agudizan el ingenio para controlar la morosidad y, a su vez, para evitar disgustos a clientes que no pueden hacer frente al pago de sus hipotecas. Es el caso de Elena Ramos, una mujer de 35 años que se veía incapaz de pagar la cuota mensual de 1.147 euros por un piso en Vic (Barcelona) que compró hace apenas un año por 240.000 euros. Con un sueldo de 900 euros brutos al mes, una pensión de 200 euros de su ex marido y dos hijos a su cargo, Ramos se veía ya incapaz de seguir pagando.

La entidad que le había concedido el préstamo, Caixa Catalunya, le ofreció cancelarlo y alquilarle el piso donde reside. "Fue muy rápido, en dos días. Me lo comentaron el martes y lo firmé el jueves", dice. Fuentes de la entidad explican que se trata de buscar soluciones a clientes con apuros para atender los compromisos adquiridos.

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Sin embargo, la medida sirve también para evitar que suba la morosidad, que en marzo era del 1,68%. Esta proporción es anterior al concurso de acreedores del pasado julio de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, en el que la entidad participaba con 300 millones de euros.

Esta fórmula se llama dación en pago, aunque con alguna salvedad. Normalmente, la dación es el acto jurídico por el que el deudor entrega una prestación diferente de la debida como consecuencia del incumplimiento de sus obligaciones.

Gastos del financiador

En este caso, Caixa Catalunya recibe el piso, cancela la deuda y se lo queda mientras su cliente no puede pagar. La entidad liquida la hipoteca y con ella los gastos. Éstos, también los notariales, corren a cargo de la caja. "Se hace un seguimiento del deudor. Cuando puede volver a asumir el crédito, volvemos a concedérselo", asegura una portavoz de la entidad.

La entidad no cifra la cantidad de operaciones de este tipo realizadas desde que comenzó la crisis. "Se estudian caso por caso. Ya hay varios y se prevén más", afirma. Elena Ramos de momento ha firmado un contrato de alquiler estándar por el que paga 550 euros. Ha entregado una fianza, un mes por adelantado, y los gastos de gestión. "Sigue siendo mi hogar y al menos puedo respirar", afirma.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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