López propone un "gran pacto económico y social" ante la crisis

Aunque la crisis económica es global, debemos darle una respuesta también local. Con esta premisa, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, propuso ayer en San Sebastián "un gran pacto económico, social y político" para minimizar los efectos de la crisis en Euskadi, que ofreció consensuar con los demás partidos, las organizaciones empresariales y los sindicatos. En estos momentos de incertidumbre, señaló el candidato socialista a lehendakari, es necesario ofrecer "confianza" a los ciudadanos y ello requiere la unidad de las fuerzas políticas y sociales. Por ello, expresó el compromiso de los socialistas de no hacer de la economía un "objeto de confrontación política", que vinculó a la decisión de Rodríguez Zapatero de facilitar la aprobación de los presupuestos en las instituciones donde estén en la oposición.

"La crisis no deben pagarla las familias más desfavorecidas"

El pacto propuesto, que debería ser aprobado en el Parlamento y las Juntas Generales de los tres territorios antes de finalizar el año, giraría sobre varios ejes cuya concreción sería objeto del acuerdo. Entre ellos, facilitar a las empresas medidas financieras para que la falta de liquidez no ahogue la producción, utilizando instrumentos como anticipos reintegrables o el capital-riesgo; dinamizar la actividad a través de los presupuestos, impulsando la inversión en infraestructuras (carreteras, ferrocarril) y vivienda; e incrementar la productividad y la competitividad de las empresas, así como el empleo, promoviendo el diálogo social y la reactivación de órganos como el Consejo Económico y Social y el Consejo de Relaciones Laborales.

El PSE quiso dar un tono institucional y abierto a la intervención de López ante cargos electos e internos del partido en el Parque Tecnológico de Miramón. Con él pretendió lanzar el mensaje de que su candidato a lehendakari tiene ideas e iniciativa para hacer frente a la crisis. No casualmente, la propuesta se plantea apenas cuatro días antes de que el Gobierno vasco apruebe el proyecto de los presupuestos para 2009, que debería recoger el grueso de las medidas apuntadas.

En este sentido, el líder socialista plantea reforzar con un "fondo suplementario" el gasto social en sanidad, educación y dependencia, aunque ello exija incurrir en déficit presupuestario. Porque la crisis, subrayó, "no deben pagarla las familias más desfavorecidas".

Por otro lado, el PSE aboga por garantizar el nivel de ingresos de los ayuntamientos con el fin de sostener y ampliar los servicios sociales que prestan. Además, propone la puesta en marcha el próximo año de un "programa extraordinario" en el ámbito municipal que contemple el mantenimiento de las inversiones que crean empleo y el impulso al sector de la construcción, con un plan de vivienda. Dentro de él se crearía un fondo de garantía que facilite, temporalmente, la compra de terrenos y la edificación de viviendas de VPO, y, al mismo tiempo, asegure las hipotecas que concedan las entidades financieras a los compradores. Otro fondo se destinaría a construir viviendas de propiedad municipal para alquilarlas a jóvenes, utilizando terrenos destinados ahora a equipamientos.

El PSE propone que los ayuntamientos puedan atender las "situaciones especiales" que se produzcan entre la población a consecuencia de la crisis, con un fondo extraordinario asociado al del gasto social. Finalmente, como gesto "ejemplarizante", propugna la congelación de los salarios de todos los altos cargos del sector público vasco,

Resaltó López que los presupuestos del Gobierno y las diputaciones son las herramientas básicas para articular este "pacto global", que se financiaría con los "remanentes" presupuestarios de otros años y el endeudamiento.