España lanza una ofensiva diplomática en EE UU para estar en la cumbre del G-20

La Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores mantenían ayer una frenética actividad diplomática "en todas las direcciones y niveles" para conseguir que España participe en la conferencia internacional convocada para los días 14 y 15 de noviembre en Washington con el fin de reformar las bases del sistema financiero mundial. El Gobierno español ha realizado gestiones ante el Congreso norteamericano y la Casa Blanca, aunque no con el presidente George W. Bush. "Si la pregunta es si Zapatero ha telefoneado a Bush, la respuesta es no", reconoció un portavoz gubernamental. En cambio, ha habido conversaciones con asesores de los dos candidatos a sucederle, Barack Obama y John McCain, en el convencimiento de que el presidente electo (la conferencia se celebrará tras las elecciones) será consultado y estará presente.

El Rey y el presidente pidieron ayuda a Lula da Silva hace días en Toledo

Para recabar nuevos apoyos Zapatero viajó ayer a Pekín, donde participa hoy en la Cumbre Asia-Europa, a la que acuden más de 40 jefes de Estado y de Gobierno. El jefe del Gobierno español tiene previsto reunirse con el chino, Hu Jintao, y con toda probabilidad también lo hará con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que fue quien lanzó la idea de una conferencia internacional para "refundar el capitalismo".

Los esfuerzos diplomáticos comenzaron el pasado día 13, cuando el Rey y el presidente del Gobierno recabaron, y lograron, el apoyo del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuando éste acudió a Toledo para recibir, junto al escritor mexicano Carlos Fuentes, el Premio Internacional Don Quijote. Aunque entonces aún no se conocía este dato, el respaldo de Brasil es especialmente relevante porque este país ejerce la presidencia rotativa del G-20, el grupo bajo cuya cobertura se celebrará la conferencia, y en calidad de tal puede plantear que se amplíe la lista de invitados.

El Rey, Zapatero y Lula mantendrán una reunión la semana próxima, en el marco de la Cumbre Iberoamericana de San Salvador, a la que está invitado el mexicano Felipe Calderón, quien respalda la aspiración de España de participar en la cita financiera.

La participación de España en la cumbre de Washington, dijeron fuentes gubernamentales, "no es una demanda caprichosa", sino "una aspiración legítima basada en condiciones objetivas". Estas fuentes expresaron su confianza en que el PP mantenga una "actitud responsable" y ayude a un objetivo que se considera de interés nacional y no partidista.

[Mientras el Gobierno impulsaba ese esfuerzo diplomático, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, habló en China de la crisis: "Es evidente que la crisis se originó en EE UU, estamos en un mundo global y no nos podemos aislar de las turbulencias financieras de EE UU. Ya sólo quedan 13 días de Bush y 13 días pasan rápido", dijo, informa Europa Press].