Libérame del pudor
Si el cine S -término con el que se ha terminado identificando al softcore nacional- fue una explosión de libertad o un instrumento que siguió perpetuando represiones medulares y arquetipos carpetovetónicos es una cuestión que una película contemporánea no puede resolver (y no debería ni intentarlo). Un género en el que convivieron el oportunismo irredimible (Vicente Escrivá) con el talante libertario (García Pelayo), el esbozo de una mitología erótica cotidiana (Carlos Aured) con la dislocación de convenciones (Jesús Franco) es algo suficientemente complicado como para ser reducido a un puñado de ideas recibidas. Dunia Ayaso y Félix Sabroso, en la que es su película más sólida y madura hasta la fecha, no pretenden sentar cátedra sobre el asunto, pero no logran evitar que su mirada sobre el cine S se mueva, de manera algo problemática, entre la nostalgia estética y una sensibilidad contemporánea más profemenina (o filoalmodovariana) que feminista.
LOS AÑOS DESNUDOS. CLASIFICADA S
Dirección: Dunia Ayaso / Félix Sabroso.
Intérpretes: Mar Flores, Candela Peña, Goya Toledo, Antonio de la Torre.
Género: drama. España, 2008.
Duración: 109 minutos.
Los años desnudos no es un roman à clef, pero habrá quien se entretenga buscando ecos reales en las figuras de estas tres actrices que, por caminos diversos, confluyen en un Madrid de la transición que la película retrata casi como un parque temático de Lo S -la rotunda, tarantiana selección musical refuerza el efecto-: a Mar Flores le toca el papel menos agradecido, pero conquista la cima de lo convincente; Candela Peña vuelve a ser un jirón de vida y verdad; y una descomunal Goya Toledo galvaniza la pantalla en su tránsito de depredadora superviviente a muñeca fracturada. El problema es que sus personajes están al servicio de esa mística de lo femenino como vehículo de sufrimiento que ya empieza a apestar a tópico irritante. No ayuda nada que Ayaso y Sabroso sucumban al kitsch de última hora de la mano de un tema de Antony and the Johnsons.
El erotismo ibérico inspiró una miniatura que aislaba la melancolía sexual de la época (Torremolinos 73) y un traspié con escaso conocimiento de causa (Días de cine): Los años desnudos es más ambiciosa que sus antecesoras, pero también más impúdica en su manejo de tópicos.
Babelia
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