El precio de la vivienda cae más de lo que reflejan las estadísticas
Los datos varían entre subidas del 0,4% y bajadas hasta del 20% en un año
Mariano no se fía de las estadísticas. Su experiencia choca con lo que lee en los periódicos. Porque, según los datos del ministerio, la vivienda es ahora un 0,4% más cara que hace un año. El Instituto Nacional de Estadística (INE) sostiene, sin embargo, que los precios han caído un minúsculo 0,3%. Hay que recurrir a la tasadora Tinsa, que utiliza una muestra menos representativa, para encontrar una caída de peso, casi del 5%. Pero Mariano no se cree nada de eso porque él observa desde su inmobiliaria del centro de Madrid que las pocas transacciones que cierra ahora son por un 20% menos que hace un año.
Los números del ministerio minimizan las oscilaciones
A estas estadísticas le han salido unos opositores inesperados. Muchos expertos llevaban meses asegurando que los datos no recogían las caídas que se veían en la calle. Pero ahora se les han unido los propios promotores inmobiliarios. Los mismos que antes aseguraban que los pisos nunca perderían valor critican ahora a los recopiladores de datos por excesivamente conservadores.
"Todo el mundo sabe que los precios de obra nueva bajan", dijo el secretario general del G-14, la agrupación de las grandes promotoras al hacerse pública una estadística que cifraba la variación de los pisos nuevos en un alza del 5,4%. "El precio de la vivienda nueva no bajará más porque ya lo ha hecho en varias ocasiones. Que nadie espere caídas del 30% o un 40% porque antes de eso se lo regalo al banco", añadió el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España, Guillermo Chicote.
Es verdad que tras estas frases se esconde la voluntad de convencer de que los precios no van a bajar más. Se trata de animar a aquellos posibles compradores que no se deciden por si la tendencia bajista continúa, con la esperanza de encontrar un chollo. Pero también lo es que las estadísticas reflejan con un cierto retraso lo que ocurre en la calle.
Fina Fonts es un ejemplo perfecto. Lleva dos años sin poder vender su piso. En octubre de 2006 acudió a la empresa de intermediación Grupassa para deshacerse de sus 117 metros cuadrados, más 20 metros de terraza, ubicados en Barcelona, en el cruce entre la avenida de la Diagonal y la calle de Muntaner. Hace dos años pedía por él 780.000 euros, a razón de 5.693 euros por metro. Un precio no muy alejado de la media de ese momento, de 5.412 euros por metro.
"La agencia nos ha dicho que si rebajamos recibiremos ofertas", asegura. Y lo hizo hasta los 457.000 euros que pide ahora. Más de un 40% menos. Las rebajas acusadas ya son generales. Los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) de Barcelona señalan caídas que este año llegan al 10% para la segunda mano. El presidente del consejo de los agentes de la propiedad de España, Santiago Baena, sube el porcentaje al 30%. "Muchos propietarios han intentado esperar sin bajar a ver si aparecía algún despistado, pero eso ya no se sostiene", afirma.
El experto Julio Rodríguez, ex presidente del Banco Hipotecario, defiende la existencia de distintas fuentes, porque unas complementan a las otras. "La nueva del INE es homologable con el resto de países europeos, pero sólo da un índice. En cambio, la del ministerio está bien porque da precios medios del metro cuadrado en cada provincia", explica.
El INE irrumpió en el sector hace un par de meses al publicar su propia estadística. El ministerio dejó de ser así el único suministrador de datos oficiales, lo que despertó no pocas suspicacias entre los técnicos del departamento que dirige Beatriz Corredor, según señalan varias fuentes.
La estadística que elabora el ministerio con datos de los registradores es la más completa por ser la que más tasaciones realiza (casi 125.0000 en el último trimestre). El problema es que no refleja los precios de mercado, sino lo que dice el tasador. Este método minimiza las subidas desorbitadas de los años del boom, e infravalora las potenciales caídas.
Rodríguez cree que a medida que se vaya desinflando el exceso de demanda, el precio que piden los propietarios se irá acercando al que se cierre la operación, lo que beneficiará a la representatividad de las estadísticas.
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