_
_
_
_
_
Reportaje:EL VIAJERO HABITUAL

La mirada partida de África

El fotógrafo surafricano Steve Bloom retrata la belleza y el caos de su continente

Patricia Gosálvez

Para mí África es como un amor perdido, pero siempre reencontrado. Me proporciona una alegría y un dolor que permanecen siempre en mi interior". Así explica su relación con el continente el fotógrafo Steve Bloom en su nuevo libro, África. Bloom nació en Ciudad del Cabo, Suráfrica, a la sombra de la Table Mountain. A los 24 años se fue a Inglaterra y no regresó hasta la caída del apartheid, 13 años después: "Ver [la montaña] de nuevo por la ventanilla del avión supuso un reencuentro muy especial. Cuando caminé por ella y olí el fynbos [...] fue como si nunca me hubiera ausentado".

El primer amor nunca se olvida y Bloom ha retratado una y otra vez el continente que le vio nacer con un asombro perpetuo. En África recorre la geografía desde los coloridos mercados de Marraquech a las oscuras minas de Johanesburgo. De los recolectores de sal senegaleses a las mujeres escarificadas de Somalia.

Hipopótamos guerreros

Este trabajo de gran formato es exhaustivo sobre el mapa y también en su temática. Nada se escapa al objetivo de Bloom. Hay espectaculares fotones de naturaleza a toda página que muestran la paz de los gorilas de lomo plateado o la ferocidad de los hipopótamos cuando entonan su "son de guerra" con la boca muy abierta. Hay fotos hermosas de rostros enmarcados con cuentas de colores y fotos terribles de caras demacradas. Bloom no oculta su mirada a la violencia, la pobreza extrema o los estragos del cambio climático en la vida de los animales. Pero su "propósito", según dice en la introducción del libro, "no es el de presentar un panorama sombrío, porque, pese al sufrimiento y a las terribles penalidades, éste también es un continente repleto de esperanza, de vida y de ilusión".

Más de 200 fotos ilustran eso que el autor llama "la energía primigenia" de África. Gracias a una edición exquisita, las fotografías van conduciendo unas a otras, con una lectura fluida. Por ejemplo, la violencia animal lleva a la guerra entre los hombres, o el humo de una pipa a la creciente contaminación en las ciudades africanas. Individualmente, cada foto es una historia. Bloom narra en breves textos su forma de trabajar, la aventura del viaje, el aburrimiento de las gestiones burocráticas, la tensión de las negociaciones para conseguir el permiso de los sujetos retratados. Es decir, el oficio de fotógrafo más allá de hacer clic. "El reto del fotógrafo", dice, "consiste en involucrarse, pero el mero hecho de llevarse una cámara al ojo crea una barrera física".

El Festival del Gerewol es una especie de concurso de belleza, salvando las distancias. Tiene lugar en Níger y los protagonistas son hombres solteros woodabe o tuareg, que bailan dando saltos, mientras las mujeres eligen compañero. Los más solicitados, aquéllos con los dientes más blancos, los ojos más grandes, la nariz más larga y el tocado más creativo. Bloom fotografía el sarao con cercanía y respeto. Con conocimiento del medio y con un humor que sólo consigue quien ha roto esa barrera.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

» África. Steve Bloom

(www.stevebloom.com). Lunwerg (lunwerg.com). 332 páginas. 49,50 euros.

Descubre las guías de África de EL VIAJERO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_