El nuevo PGOU de Alicante prevé urbanizar 22 millones de metros
El PSPV y los ecologistas denuncian que el plan beneficia a los promotores
El equipo de gobierno de Alicante, en manos del PP, hizo ayer valer su mayoría absoluta para aprobar la exposición pública del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. Y lo hizo con los votos en contra de la oposición socialista. El documento prevé poner en el mercado en un horizonte de diez años 22.051.100 metros cuadrados de suelo urbanizable. En total se prevén 17 sectores de desarrollo, entre los que se incluye el Plan Rabassa (proyecto cuya tramitación sigue al margen del PGOU), en un planeamiento que marca las principales bolsas de suelo en el noroeste y suroeste del término municipal. El nuevo modelo de construcción en vertical, por el que claramente opta el documento, es indirectamente una ventaja añadida para los promotores, que podrán construir más viviendas en un mismo terreno. El plan fija un máximo de 14 alturas como norma general, aunque contempla excepciones en determinados puntos, como ocurre con la zona del soterramiento de las vías a su entrada en la ciudad, donde se permiten dos torres de hasta 50 alturas.
El documento recoge el proyecto de Ortiz para el Rico Pérez
Castedo dice que el documento no prevé un desarrollo expansivo
Aparte del plan de Rabassa, donde se proyectan 13.000 viviendas, hay otras tres grandes actuaciones. Una de ellas es el sector de las Torres de la Huerta, que ocupa 2,4 millones de metros cuadrados en la segunda línea de la playa de L'Albufereta. En esta actuación se prevén unas 16.000 viviendas. Este programa no está adjudicado, aunque entre las propuestas presentadas hay una del promotor Enrique Ortiz (adjudicatario del Plan Rabassa) y otra de Hansa Urbana (participada por la CAM). El contratista alicantino, por otro lado, ya tiene adjudicado en esa zona el conocido como PAU3, y la mercantil ha ejecutado el PAU4, en la misma zona. La segunda gran bolsa de viviendas se levantará en El Bacarot, al sur. Esta unidad ocupará 637.000 metros cuadrados y prevé unas 4.000 viviendas, a una media de 60 casas por hectárea. El tercer gran núcleo de viviendas se sitúa en el ensanche de la ciudad, donde como consecuencia del futuro soterramiento de las vías de ferrocarril a su entrada en la ciudad, el PGOU establece 1.500 viviendas nuevas. Estos tres grandes bloques, junto con el resto de actuaciones, mayoritariamente diseminadas en las partidas rurales, elevarán el parque inmobiliario en 44.689 nuevas casas.
Otro proyecto destacado dentro del futuro planeamiento de la ciudad es la remodelación del estadio Rico Pérez. El promotor Enrique Ortiz, presidente del Hércules Club de Fútbol, proyecta una remodelación en la zona, que incluye una gran área comercial, la remodelación de la zona residencial y un hotel en altura, que prácticamente recoge al detalle el PGOU, salvo la altura del hotel, que deja en 20 plantas frente a las 24 que planteó el empresario. Fue precisamente este punto uno de los que ayer criticó el portavoz del grupo municipal socialista, Roque Moreno. Éste calificó el plan de "borrador" lleno de "palabrería hueca", lamentó la falta de modelo y dijo que "le sobran concesiones a determinados intereses particulares". El portavoz apostó por una ciudad verde, "y no una ciudad para que algunos se pongan morados". Una visión compartida por Ecologistas en Acción del País Valenciano, que considera una exageración el suelo urbanizable que habilita el documento.
Por su parte, la alcaldesa Sonia Castedo, que dijo avergonzarse de una oposición que centra su discurso "contra los promotores y contra el ladrillo", aseguró que sólo el 33% del terreno urbanizable es residencial, lo que, dijo, demuestra que "no es un plan expansivo".
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