87 millones para empresas en crisis

87 millones de euros para la crisis. El Consejo de Gobierno andaluz se sumó ayer a las medidas económicas europeas y nacionales para ayudar a las empresas a salir de la crisis, con la aprobación de un programa de ayudas directas a las empresas viables en dificultades financieras.

El programa será desarrollado por una oficina única, que analizará a las empresas demandantes de ayuda financiera y consta de dos partes. En un primer lugar, las empresas que se encuentren en una situación financiera delicada, y que necesiten liquidez, podrán optar a préstamos o avales públicos para conseguir el mantenimiento de la actividad. Este primer estadio, denominado "programa de salvamento", tendrá un plazo de resolución de un mes desde que se haga la solicitud de ayuda, y un plazo de seis meses desde que se conceda el préstamo o la ayuda.

La segunda parte del programa, llamado "de reestructuración", tendrá el objetivo de devolver a la empresa a una situación de competitividad y viabilidad a largo plazo. En este caso, la Junta tendrá un plazo de respuesta de dos meses, y se utilizarán instrumentos económicos como ayudas a fondo perdido, préstamos subvencionados, avales de garantía de préstamos y bonificación de intereses.

La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa firmará en el plazo de una semana una orden con el programa, previa consulta a la Unión Europea, que será gestionada por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía.

El plan combinado de ayudas, es decir, la que suma la de salvamento y la de reestructuración, tendrá un tope máximo de 10 millones de euros. La empresas que podrán solicitar dichas ayudas, además de la condición de andaluzas, o de tener sus sedes de actividad principal en Andalucía, deberán responder a la definición de "empresas en crisis" establecida por la UE. Entre esas condiciones fijadas por Europa están la de mostrar su compromiso para adoptar las medidas necesarias para superar las dificultades. Así como la de aportación en porcentajes de 25%, 40%, o 50% de la inversión necesaria para la reestructuración.

En la definición de empresas en crisis se incluyen aquellas sociedades que no pueden hacer frente a pérdidas mediante recursos propios con riesgo de su desaparición económica; la pérdida de más de la mitad de su capital o de fondos propios; la disminución del volumen de negocios y del margen bruto de autofinanciación; el endeudamiento creciente, o el debilitamiento o desaparición de su activo neto.