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"Jugaremos donde nosotros queramos"

España no tuvo problemas en Chamartín, dice la FEF

El seleccionador español, Vicente del Bosque, puso los ojos como platos cuando un periodista le comunicó ayer al mediodía que Inglaterra se niega a jugar en el Bernabéu en el partido amistoso previsto con España. No podía creérselo. Había hablado recientemente con el seleccionador del combinado inglés, Fabio Capello, cuando coincidieron en Viena invitados por la UEFA, pero el italiano no le había insinuado nada al respecto. Del Bosque evitó pronunciarse sobre un asunto que entendió como "institucional".

El portavoz de la federación española (FEF), Jorge Carretero, expuso que se trata de un amistoso que no ha sido confirmado todavía y que, en caso de confirmarse, sería España la que determinara dónde se disputaría el encuentro. "Jugaremos donde nosotros queramos", afirmó.

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Carretero quiso ser prudente al señalar que la FEF no ha recibido ningún comunicado de la inglesa en el que le avise del veto. "El público del Bernabéu es excelente, como el del resto de España. Nosotros no hemos tenido nunca ningún problema", remató Carretero, ajeno, al parecer, a los problemas que tuvieron los jugadores negros de Inglaterra en 2004.

Más prudente se manifestó el centrocampista Xabi Alonso, que juega en el Liverpool. El guipuzcoano rechazó que desde Inglaterra se vea a España como un país racista, pero matizó: "Son cosas del pasado y ahora hay que mirar hacia adelante y que no se vuelva a repetir lo que pasó en el Bernabéu hace cuatro años. En Inglaterra hay mucho seguimiento del fútbol español, la gente lo admira y para nada nos ven racistas. Son hechos aislados que pasan en muchos estadios de fútbol no sólo en España, sino también en Italia, Inglaterra o Francia. Hay que intentar que no ocurra más".

Críticas al estadio belga

Por otro lado, el estado del césped del estadio Rey Balduino, en Bruselas, donde mañana España se medirá a Bélgica en la fase de clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010, ha sido tachado por los propios jugadores belgas como "una vergüenza". "Es un escándalo recibir a la mejor selección del mundo en este campo", comentó el delantero Wesley Sonck tras el partido Bélgica-Armenia (2-0) del pasado sábado.

El terreno fue cambiado hace un mes tras un recital de André Rieux. Se trajeron 300 toneladas de césped de Holanda. Sin éxito. "El campo era muy pesado. Como si jugáramos sobre un colchón. Hemos terminado agotados. No quiero ni imaginarme cómo estará si llueve", declaró el centrocampista Steven Defour.

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