Cómo destripar nuestro mundo
78 artistas de vanguardia desmitifican las convenciones del diseño
El diseño ha entrado por primera vez y de forma revolucionaria en el centro de arte LABoral de Gijón, antigua universidad de formación profesional que tras muchos años de abandono goza de una envidiable vitalidad. La exposición Nowhere/Now/Here, abierta hasta el 20 de abril, es todo un despliegue de audacia que se extiende a lo largo de 1.500 metros cuadrados donde 78 artistas (e irreverentes) de todo el mundo muestran sus investigaciones con la intención de ayudarnos a entender algo el mundo que habitamos.
El centro LABoral de Gijón indaga sobre los objetos que nos rodean
La selección de los trabajos se centró en creadores que desafían el statu quo de la cultura del diseño y que en pleno debate sobre qué es el diseño apuestan por desmitificarlo. "Somos los objetos que nos rodean y todo es diseño. Compramos una casa, la amueblamos en Ikea, El Corte Inglés..., ellos deciden las cosas con las que convivimos y muchas cambian nuestra forma de vida: ¿queremos que sea así?, ¿queremos tener esos objetos? Los que elegimos para la exposición es porque nos sitúan en un dilema", adelanta Rosario Hurtado, comisaria de la muestra junto a Roberto Feo, dúo que forma El Último Grito.
La muestra ocupa un espacio blanco del centro de arte y creación industrial que dirige Rosina Gómez-Baeza. Y que desde el inicio se rodeó de nombres nobles del diseño: Patricia Urquiola y Fernando Gutiérrez se hicieron cargo de la producción. Además, Nowhere/Now/Here quiere rendir homenaje a los maestros que han roto barreras para que el diseño sea más común -Ron Arad, Javier Mariscal, Gaetano Pesce y Daniel Weil- y por ello les han entrevistado para el catálogo.
Tres son los campos de acción sobre los que se centra la muestra: material (desde la manipulación de la genética hasta el consumismo y el medio ambiente); la exploración en el campo psicológico (cómo la experiencia personal con los objetos genera emociones subjetivas) y la resistencia en el campo cultural, que plantea alternativas a las estructuras sociales y económicas.
Inquietante es la obra Evidence dolls, firmada por Dunne & Raby (Reino Unido), que forma parte de las colecciones permanentes del MOMA de Nueva York. La propuesta cuestiona el futuro de ciertas tecnologías. Sus muñecos evitarán cualquier disputa sobre la paternidad ya que funcionan como depósitos de ADN. Al usarlos siempre se deja algún rastro, un pelo, saliva..., que recoge en unas bolsas escondidas ¿Cómo se usará esa información?
En el apartado de los rebeldes figura la caseta para vivir que ha plantado Santiago Cirugeda en una terraza (Recetas urbanas). No es legal ni ilegal, sólo alegal. O la propuesta del cubano Ernesto Orozco para que cunda el ejemplo en tiempos de crisis: nos enseña cómo se construye en Cuba desde la necesidad.
"Nos gustaría que los visitantes salgan de la exposición con una actitud más inquisitiva sobre el mundo material del que nos rodeamos y con la sensación de poder tomar decisiones sobre nuestro entorno", explicó Hurtado.
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