Días grises, semana negra
La caída de Wall Street en los últimos cinco días supera a las de las semanas de los 'crash' de 1929 y 1987
Cuando en 1929 Wall Street empezó a tambalearse, y los inversores intuyeron que una época tocaba su fin, salieron a la calle. Una grieta se abría en la Bolsa de Nueva York y por ella se escapó entre el 28 y el 29 de octubre el 23% del valor del Dow Jones, selectivo de referencia. En 1987 más que una grieta, estalló una tubería. Un sólo día, el oscuro 19 de octubre, un escape a presión del 22,61% en una sola jornada. En octubre de 2008 Wall Street se desangra. Es un goteo. El lunes un 3,5%, el martes algo más del 5%... Días grises que han desbordado el vaso y han dejado tras de sí la semana más negra de la historia de la Bolsa.
Siempre es en octubre. En 1929 y en 1987 reinaba una Bolsa crecida al calor del dinero más o menos fácil, de años de bonanza que habían dejado las cotizaciones en una cómoda meseta. Leyes cada vez más suaves. Controles más descontrolados. Alarmas que saltan justo cuando ya es demasiado tarde.
El goteo de caídas ha restado al Dow Jones un 18% en cinco días
El selectivo de Nueva York tardó 25 años en recuperar las cotas de 1929
El 24 de octubre de 1929 pasó a la historia como el jueves negro, aunque en realidad la debacle llegó a la semana siguiente. Años veinte en Estados Unidos. Los fondos de inversiones empiezan a campar a sus anchas por el parqué y ricos y famosos pedían préstamos para invertir en Bolsa, avalados por las propias acciones que comprarían. En cinco años el Dow Jones pasa de los 50 puntos a los más de 300. Y llegó ese jueves (-2%). Al que siguieron un lunes (-13,47%) y un martes (-11,73%) verdaderamente negros. Y entonces un rebote, con dos días de bonanza. Saldo final: la semana negra terminó con una pérdida del 9,12%. La enfermedad se había extendido por los parqués del mundo.
Para que el Dow Jones se levantase del crash de 1929 hicieron falta 25 años. Al batacazo de la Bolsa le siguió una larga depresión económica que se instaló en el país, que pasó del pleno empleo a los 15 millones de parados.
En octubre de 1987 el Dow Jones había engordado. Casi 60 años después del día en el que algunos operadores saltaran por las ventanas, tenía 2.400 puntos. Y la pesadilla se concentró en sólo una jornada. El lunes 19 de octubre, un verdadero lunes negro, los inversores vieron cómo el selectivo de Estado Unidos perdía los 2.000 puntos. Y luego los 1.900 y los 1.800... Siete horas de cotización y un 22,6% menos de valor.
Esa ola llegó a España, pero la escasa eficacia del mercado disimuló la caída. Papel sin operaciones, figuraba en múltiples acciones. Aún así, el parqué madrileño no quedó ajeno La Bolsa de Madrid perdió el 5,73%, la mayor caída de su historia hasta el momento y continuó a la baja todo octubre. Según la crónica de este periódico, la situación de los mercados en todo el mundo obligó a España a "soportar un volumen de ventas casi imposible".
Al tortazo bursátil en Wall Street, de nuevo, le siguió un rebote. Un martes colorido (+5,88%) y un miércoles en tecnicolor (+10,15%). Balance final: una semana y un 13,17% menos. Y dos años para recuperarse.
En septiembre de este año, las Bolsas vivieron semanas volátiles. Unas bolsas sensibles, que suben y bajan a cada palabra, a cada medida. La debacle esta vez llega después de una crisis financiera mundial alimentada desde hace más de un año, a la que en España se suma el parón del ladrillo. En octubre, ni las palabras de los políticos ni las medidas millonarias de los Gobiernos calman el goteo que está secando los selectivos. Esta semana ha sido la más negra de su historia. El Dow Jones ha perdido un 18% de su valor. De 10.325 puntos a algo más de 8.500 en cinco días. Una semana sin freno y sin rebotes.
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