El dilema de Zabalgarbi
"Las dos incineradoras que hay en Viena se encuentran en el área urbana, rodeadas de viviendas. Además, se aprovecha el calor de la incineración de los residuos para proporcionar calefacción". Xabier Garmendia, redactor de los planes de residuos urbanos de Vizcaya y Guipúzcoa defiende al que los ecologistas califican como "monstruo" que necesita de basura continuamente para alimentar sus entrañas. "Es incompatible una política seria de reciclaje y compostaje con la incineradora, porque ésta necesita alimentación continua y en Vizcaya alcanzará el 66% de la basura, si se abre la línea 2 de Zabalgarbi", apunta Josetxo Álvarez.
La apertura de la línea 2 de Zabalgarbi. Ese es el dilema en el tratamiento de RSU en esta provincia. La Diputación la incluye en el plan de residuos que tiene su fecha máxima en 2016, pero la empresa que gestiona la incineradora ya ha preparado los papeles con el fin de solicitar la licencia el año que viene. "Tendrán que esperar hasta 2011 por lo menos", asegura Julia Madrazo, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente y portavoz de Ezker Batua en el Ayuntamiento de Bilbao, municipio en el que está instalada la incineradora.
"La línea 2 de la incineradora tendrá que esperar hasta 2011", asegura EB
El pacto de gobierno suscrito por EB y PNV impide la apertura de la línea 2. "Es más, la solicitud de la licencia también es motivo de incumplimiento de pacto", insiste Madrazo. Bilbao es el único gran municipio de Vizcaya que no lleva sus basuras a Zabalgarbi. "Rechazamos en su momento a la línea 1, cuando estábamos en la oposición, por razones económicas y ecológicas, porque consideramos que era una inversión que no era rentable desde el punto de vista medioambiental", recuerda.
Así que las basuras de Bilbao no acaban de momento en una incineradora, sino en el vertedero de Artigas, "donde la UE ha realizado una inversión millonaria", añade la edil de EB, en referencia a las futuras plantas de tratamiento mecánico-biológico y compostaje. Bilbao mira a Europa en este último apartado, donde el porcentaje de este tratamiento de residuos biodegradables alcanza el 32,4% en Flandes o el 26% en Dinamarca.
Por su parte, en la Diputación lo tienen claro. Como señala el diputado de Medio Ambiente, Josu Madariaga, el plan de RSU es "una norma foral de obligado cumplimiento; así que se construirá la linea 2 de Zabalgarbi, a no ser que las juntas Generales ordenen lo contrario". PNV, EA, PSE y PP aprobaron en 2005 el plan, frente a los votos en contra de EB.
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