El rector coruñés baja el tono de las reivindicaciones

"No pedimos un trato de privilegio, sólo el desarrollo equilibrado del sistema universitario gallego, lejos de inaceptables asimetrías y capaz de cubrir nuestras carencias históricas, sin tener que echar el freno a nuestro objetivos". Sin aspavientos, ni apenas reproches y en un tono muy comedido, el rector de A Coruña, José María Barja, incidió ayer, en su discurso de apertura del nuevo curso académico, en la reivindicación, común a las tres universidades gallegas, de negociar con la Xunta un nuevo plan de financiación que permita cubrir, antes de finalizar el vigente en 2010, el elevado coste del proceso de transformación de las titulaciones impuesto por Bruselas (la llamada adaptación a Bolonia). Pero Barja, a diferencia del rector compostelano, Senén Barro, no criticó la decisión de la Xunta de aplazar al segundo semestre de 2009 esa negociación.

Castellano critica que se dupliquen carreras sin demanda social

Para el responsable de la Universidade da Coruña, lo importante es que se busque "sin apresuramientos" un consenso en el que habrá de tomarse en cuenta, reclamó, "los resultados de gestión" de cada campus. Un terreno en el que los de A Coruña y Ferrol, según Barja, parten con ventaja. "Para esa negociación, la Universidade da Coruña, saneada en lo económico, innovadora en los resultados y en progreso constante, presentará eficiencia en la gestión, la planificación y el rendimiento", abundó. Aunque no eludió reprochar al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que "no atendiera, como establecía el plan en vigor, asuntos tan importantes como el coste de la adaptación a Bolonia", el rector coruñés saludó, no obstante, el anuncio de 11 millones de euros adicionales que se repartirán las tres universidades en 2009. Y deseó que "esta vez sí, de una vez por todas" se cumpla la promesa de la ministra de Educación de que la nueva financiación, que se propondrá en febrero, destine a las universidades el 1,5% del PIB.

Barja incidió en el papel fundamental y "estratégico" de las universidades en el desarrollo de Galicia. Y destacó que en el reto establecido en la LOU de transferir a la sociedad investigación y tecnología, la universidad coruñesa también "responde bien", al estar entre las cinco de España que crean más empresas en colaboración con el capital privado. Pero el contrapunto al optimismo y relativa confianza del rector lo puso el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y ex vicepresidente de Inditex José María Castellano, quien en calidad de profesor de la centenaria Escuela Universitaria de Empresariales, impartió la lección magistral. Y no escatimó críticas en sus "reflexiones sobre el futuro de la universidad pública". En estos días de debate sobre la financiación del sistema universitario, sólo se habla, reprochó Castellano, de cómo lograr más dinero y cómo repartirlo. Pero ni una palabra sobre la eficiencia de la gestión de los campus, que para el ex directivo de Inditex es más bien escasa, ni de cómo se gastan los fondos públicos.

Para Castellano, si no hay una "reacción potente y rápida" en mejorar el gasto universitario, se corre el riesgo de formar "muchos mileuristas", reducir la calidad de los servicios públicos y acrecentar la emigración de jóvenes universitarios. Ya se marchan cada año unos 5.000 recién licenciados, aseguró. Partidario de combinar la gestión pública y privada para mejorar la calidad de la enseñanza superior, Castellano incluso llegó a recriminar que las universidades se comporten como si fuera Galicia uno de los países más ricos del mundo. "No entiendo cómo la universidad no utiliza sus marcas y patentes como fuente de financiación, al transferirlas a la empresa privada", aseveró el catedrático. Otro punto flaco que incide en la falta de financiación del sistema universitario, "excesivamente rígido", según Castellano, es que se duplique o hasta tripliquen carreras en Galicia sin pensar en la demanda social y sin tener en cuenta que desciende el número de alumnos.