Las fortalezas de la banca española
¿Quebrará alguna entidad? Cajas y bancos son más sólidos en capital y provisiones que sus rivales extranjeros pero no inmunes a la crisis si se prolongara demasiado
¿Voy a tener que sacar mi dinero del banco o de mi caja? ¿Puede quebrar o ser intervenida alguna entidad española como está ocurriendo en Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Bélgica? Estas son dos preguntas habituales cuando alguien se cruza con un empleado de banca o cuando un oyente llama a la radio en un programa especializado.
Aunque el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el ministro de Economía, Pedro Solbes, han dicho que los ahorros en las entidades españolas están seguros, nadie puede saberlo al 100%. La razón es que tampoco nadie conoce la duración de la crisis. El factor tiempo es crucial en este caso porque todos los bancos son ilíquidos por definición, es decir, necesitan del dinero de sus clientes y del que toman de los mercados para seguir trabajando. Si unos y otros les dan la espalda y no les dejan dinero durante meses, meses y meses, se secarían, como un roble en el desierto. La patronal bancaria (AEB) cree que "los mercados financieros, cerrados ya desde hace 18 meses, no pueden seguir así de forma indefinida porque eso perjudica al sistema financiero internacional".
Las entidades se protegen con las fuertes dotaciones
La liquidez y la morosidad pueden ser los problemas de futuro
- Por qué han caído.
Pero, que no cunda el pánico. La falta de liquidez no es la principal razón por la que han caído los bancos norteamericanos, británicos, belgas o franceses. Ellos han llegado a su final porque tenían unas inversiones en sus carteras que eran basura (subprime y morosos) o sencillamente, era un papel por el que nadie daba un duro en el mercado.
Las ventajas de las entidades españolas se basan en razones objetivas. No tienen hipotecas basura (en España se responde con todos los bienes ante un hipotecario y no sólo con la casa), poseen más capital, más provisiones, menos morosidad, un modelo de banca comercial (que es menos volátil) y plusvalías por sus inversiones en Bolsa.
Esta situación se asemeja a la de una batalla medieval. Cada señor está en su castillo (la banca de cada país) aguantando el avance de un enemigo aterrador (la crisis financiera). Hasta ahora han caído algunas defensas, incluso las que parecían sólidas pero que tenían agujeros en sus bases que les hacían débiles. Siguen en pie las más firmes (entre las que están las españolas). ¿Esto quiere decir que es imposible que caigan? No, depende de la fuerza de las catapultas del enemigo (la falta de liquidez) y del tiempo que dure la batalla (que elevará la morosidad). Por el momento, se intenta negociar la paz (los Gobiernos están atajando los problemas de fondo), pero son negociaciones largas.
- Garantía de 20.000 euros.
Al margen de los símiles, lo primero que deben saber los clientes es que en toda Europa están protegidos los primeros 20.000 euros de la cuenta de cada entidad. Pero las fortalezas específicas de la banca española tienen su origen en el estilo de supervisión, que es diferente del resto. Tras la crisis de Banesto, diciembre de 1993, los responsables del Banco de España se confabularon para que no volviera a ocurrir. Por eso crearon un fondo de provisiones anticíclicas que obliga a los bancos y cajas a hacer una hucha cuando el ciclo económico crece y que se utiliza ahora, por ejemplo, cuando llega la crisis. Este colchón llegó a tener 40.000 millones y en julio pasado, según el Banco de España, estaba en unos 30.000 millones. Además, el supervisor ha sugerido que cuando vendan participaciones industriales no las pasen a la cuenta de resultados, sino que las dejen en otra despensa, que se llama provisión subestándar. Aquí hay otros 3.000 millones más.
Otra defensa del sector financiero español es que el nivel de capital es mayor que el de sus rivales. Otra vez el supervisor ha sido más exigente que sus colegas: mientras que en casi todos los países se pide que los recursos propios sean el 6% sobre los riesgos, en España la exigencia mínima es del 8%.
- El severo supervisor.
Prueba de que el Banco de España ha actuado con seriedad es el artículo de ayer del Financial Times, un periódico poco dado al elogio al sistema financiero español. El diario afirma que los inversores deberían "tomar lecciones de España" por la política rigurosa y previsora del supervisor. En su opinión, este organismo ha contribuido a que el sistema financiero español pueda "capear el temporal", aunque no garantice, por supuesto, que España salga indemne de la crisis.
Otra fortaleza es el alto nivel de depósitos. Entre agosto de 2007 y agosto pasado, el sistema ha captado más de 90.000 millones y ya acumula 388.000 millones. Con este dinero han podido conceder créditos. Buena parte del incremento del pasivo procede de los fondos de inversión, que han perdido 62.000 millones desde junio de 2007 al mismo mes de 2008. Este giro comercial lo han podido hacer gracias a que la banca española controla bien al pequeño cliente. La mayoría de los bancos se han arruinado por la banca de inversión, que trabaja con grandes clientes y se financia sólo en los mercados. La factura de este trasvase del pasivo es alta en cuanto a márgenes porque están pagando mucho por los depósitos y pierden las comisiones de los fondos.
- Dependencia del crédito. Con este movimiento intentan paliar uno de los problemas de las entidades españolas. La dependencia del crédito exterior. En lo que queda de año deberán devolver 20.000 millones que tomaron prestado en el mercado internacional y 80.000 millones en 2009. Por el nivel de ahorro de España, no parecen cifras imposibles. El 60% de la deuda total se devuelve en 2013.
Además de esta dependencia exterior, otro de los puntos débiles del sistema financiero español es que se ha volcado en el ladrillo. El crédito a los promotores inmobiliarios asciende a 315.000 millones y a la construcción a 155.000 millones, hasta junio. Los problemas pueden llegar si se produce un brusco ajuste brusco. Por último, no hay que olvidar la morosidad. España tiene un nivel bajo, el 2,15%, si se compara con otros países europeos o Estados Unidos, pero lo preocupante es la rapidez con la que crece. El incremento del paro es un factor decisivo en este capítulo.
La fortaleza del sistema financiero español también se ha reflejado en la Bolsa. Los grandes bancos (Santander y BBVA) han caído menos que sus competidores, aunque los medianos han sido castigados con severidad.
¿Y qué pasará con las cajas? Muchos creen que lo pasaran peor por la concentración de los riesgos inmobiliarios y su dificultad para financiarse en los mercados internacionales. No obstante, tienen el recurso de fusionarse si llegan los problemas. Además, el hecho de que no tengan que pagar dividendos les permite destinar los beneficios a provisiones, aunque sacrifiquen la obra social.
El que siga dudando de la fortaleza del sistema puede colocar los ahorros en Letras del Tesoro. Estos activos no tienen riesgo y su rentabilidad es superior a la de muchos fondos, que además cobran comisiones.
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