Mariano Camio declarará en la Cámara el 8 de octubre
Mariano Camio, el peneuvista ex alcalde de Getaria quien fue vicepresidente de la Fundación Balenciaga y gerente de la sociedad pública Berroeta Aldamar, declarará finalmente ante la comisión de investigación del Parlamento el próximo 8 de octubre. La comisión, que desarrolla sus trabajos a puerta cerrada, decidió ayer recabar su testimonio, que estuvo programado para primeros de este mes y se retrasó a petición del PNV bajo el argumento de la investigación que está realizando la Fiscalía de San Sebastián. Fuentes de la misma indicaron a este periódico entonces que su comparecencia en la Cámara no entorpecía ni interfería en la labor del órgano judicial.
La presidenta de la comisión, Onintza Lasa, de EA, señaló ayer que los seis testimonios recabados hasta el momento han resultado "esclarecedores" y serán "de gran ayuda" para desbrozar el complicado objeto de su labor. Lasa, en quien los integrantes de la comisión acordaron delegar la tarea de informar sobre la marcha de los trabajos, no facilitó el menor detalle sobre las comparecencias.
Hasta el momento han declarado, además de los tres responsables institucionales de ayer, el ex secretario general de la Fundación Manuel Cabrera; la ex gerente del futuro Museo Balenciaga Leire Lekuona, y la conservadora y autora del informe que denunció la desaparición de piezas de la colección, Miren Arzalluz.
Junto a Camio comparecerán el mismo día Antón Pagola, presidente de la delegación en Guipúzcoa del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro en 2005, y el actual responsable de la misma, Iñigo Lizundia.
Entre las cuestiones a esclarecer figura la titulación del arquitecto cubano Julián Argilagos, amigo personal de Camio, al que se abonaron honorarios por importe de 1.182.892 euros, según consta en las cuentas de la sociedad Berroeta Aldamar de 2006, cerradas, según admitió la consejera, Miren Azkarate, en su día, "con un montón de salvedades".
Los honorarios deberían haberse elevado a 741.987 euros, según el informe realizado por una consultora privada. Además de ese sobrepago, figura el hecho de que el Colegio de Arquitectos había denunciado que Argilagos carecía de la titulación requerida, o al menos nunca la acreditó ni la homologó en España. El arquitecto reside en la actualidad en la ciudad estadounidense de Miami.
