¿Líderes locales para un mundo global?

La actual crisis financiera, el hundimiento de los mercados y el consiguiente colapso del sistema financiero mundial no requieren líderes locales que aporten soluciones locales, sino liderazgos globales con respuestas globales. De lo contrario, la situación tiene innegables riesgos de empeorar y los "próximos meses pueden ser catastróficos".

El ex presidente del Gobierno Felipe González y el sociólogo Manuel Castells dibujaron tan sombrío escenario -para otros simplemente pragmático y realista- en unas jornadas sobre liderazgos e intelectualidad organizadas ayer por la escuela de negocios ESADE y Caixa Manresa en el monasterio de Sant Benet de Bages, que estuvieron marcadas por el rechazo ayer del Congreso de Estados Unidos al plan de rescate del presidente George Bush.

Manuel Castells: "Los liderazgos surgen sobre todo en momentos de crisis"

"Si no existe un liderazgo que plantee la coordinación para crear un marco de previsibilidad regulatorio de los mercados, esta crisis puede durar más de lo que nadie se imagina. De momento, ya ha saltado la banca", afirmó el ex presidente socialista nada más conocer la que calificó de "grave" noticia desde el otro lado del Atlántico. Sin embargo, ante tanto pesimismo, Castells dio una pizca de esperanza: "Los liderazgos surgen, sobre todo, en momentos de crisis" como la presente.

Pero el sombrío panorama que los ponentes trazaron deja poco espacio a la certeza de hallar una salida a la crisis, principalmente por la falta de líderes capaces de atacar el problema de raíz y aportar soluciones inteligentes. El ex presidente del Gobierno sostuvo que el "liderazgo está en crisis por un cambio de paradigma en el mundo y por la desorientación en las respuestas, porque los desafíos globales no tienen en correspondencia una gobernanza global, sino local".

Este cambio de "paradigma" mundial, coincidieron en señalar González y el ex dirigente de Convergència Miquel Roca, surge tras la caída del muro de Berlín, el naufragio del sistema comunista y la revolución tecnológica "como elemento de comunicación de los seres humanos". Para Roca, "el problema, sobre todo en Europa es serio, porque necesita liderazgos sólidos capaces de generar confianza a las comunidades, que incluye también los sacrificios".

Para que un liderazgo triunfe, sostuvo el ex político convergente, nunca debe descansar en un programa electoral o de gobierno, sino en "ideas y proyectos, pues éstos se alimentan de valores, mientras que el programa se concreta en medidas". De ahí que considere esencial que el político sea capaz de transmitir un proyecto construido desde los valores y no dejarse influir por la "democracia auscultativa". "No hay nada más peligroso", afirmó, "que las respuestas mediáticas a lo que se pretende satisfacer. Entonces, se carece de ambición".

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol coincidió con Roca en que los líderes políticos deben "tener ideas, pero transmitirlas con emoción y saber explicar que detrás de cada medida de gobierno o electoral hay un proyecto que debe mantenerse vivo".

En estas jornadas, bajo el lema ¿Políticos sin ideas, intelectuales sin poder?, participó ayer una nutrida representación del mundo económico y empresarial de Cataluña. Estuvieron, entre otros, el presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu; Salvador Alemany, consejero delegado de Abertis; el presidente de Vueling, Josep Piqué; el presidente y el director de Caixa Catalunya, Narcís Serra y Adolf Todó, respectivamente, y el ex presidente del Partido Nacionalista Vasco Josu Jon Imaz.