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Demanda contra el SAS por desatender a una paciente

Antonio C. y María M., los padres de Marías Isabel, reclaman al Servicio Andaluz de Salud (SAS) un millón de euros porque su hija lleva nueve meses en coma vegetativo crónico. La chica, de 28 años, estuvo cinco horas y media en urgencias del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con dificultades respiratorias y un "fuerte" dolor de garganta. María Isabel permaneció sentada en un sillón, en observación, hasta que "entró" en parada cardiorrespiratoria, según recoge la demanda presentada.

La paciente llegó al centro hospitalario a las 3.30 de la madrugada con "dificultad respiratoria progresiva", de acuerdo con la historia clínica del Virgen del Rocío. El médico le recetó corticoides y paracetamol y la dejó en observación durante tres horas. Pasado ese tiempo, recoge la reclamación, el facultativo constató que "la sensación de asfixia no ha mejorado" y llamó al otorrino que visualizó la laringe con un fibroscopio (instrumento médico flexible para explorar las cavidades).

Tras la observación, Maria Isabel continuó el sillón de la sala de observación hasta que hacia las nueve de la mañana sufrió una parada cardiorrespiratoria. Fue entonces cuando, "tras varios intentos de intubación", le practicaron una traqueotomía.

Los padres explican que debieron vigilar la evolución de su hija y realizar la intubación o la traqueotomía para evitar la parada. Y no al contrario, esperar a que entrara en parada para practicar esas técnicas.

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