El líder vizcaíno de EB tacha de "retrógado y antisocial" al PNV

El coordinador territorial de Ezker Batua en Vizcaya, Igor Irigoyen, que ocupa el puesto de director de Cooperación al Desarrollo del Gobierno, en el departamento que dirige Javier Madrazo, aprovechó ayer la asamblea de su reelección para cargar contra el PNV, su principal socio en el Ejecutivo.

Pese a compartir el Gobierno de Ibarretxe, las relaciones entre EB y el PNV, sobre todo en Vizcaya, pero también en Guipúzcoa y Álava, son distantes y hasta tensas.

La organización que dirige en Vizcaya Andoni Ortuzar es, según dijo Irigoyen, la que observa dentro del PNV, y con el apoyo del PSE y el PP, "las políticas más conservadoras, retrógradas y antisociales". Frente a ello, Irigoyen abogó por la celebración de tres consultas "no vinculantes": sobre la incineradora de Zabalgarbi, la Supersur y el nuevo Guggenheim.

Pese a ello, y contra a la reclamación de los críticos de EB de romper la alianza tripartita que mantiene esa formación con el PNV y EA, Irigoyen la defendió. "No hay nada más transformador y de izquierdas que llevar nuestro programa a una institución. Hemos negociado, hemos buscado acuerdos porque es nuestra obligación", añadió.

Tras la asamblea general de junio pasado, el sector oficial de Ezker Batua consiguió ayer con facilidad la reelección de Irigoyen, que obtuvo el 81% de los votos, y una amplísima mayoría en la comisión permanente de Vizcaya. De sus 29 integrantes, el sector crítico sólo colocó cinco miembros. Su lista, encabezada por Vicente Ojinaga, concejal en Sopelana, obtuvo el 18% de los votos en la asamblea. Parecido respaldo tuvo el documento político que fija la estrategia, mientras que el informe de gestión se quedó por debajo, con el 72% de apoyos.