Mario Maya, bailarín-bailaor, coreógrafo y maestro

El bailarín-bailaor, coreógrafo y maestro del ballet flamenco Mario Maya murió el 26 de septiembre en su casa de Sevilla a los 71 años a causa de un cáncer. Nació en Córdoba en 1937, y desde niño vivió en Granada, iniciándose en el baile en las cuevas del Sacromonte para los turistas. Pero la pintora inglesa Violette Madeline Josette Jones (Knebworth, 1894-1989) le dibujó y luego le hizo un retrato que le reportó un importante premio en Londres. La pintora donó al adolescente Mario Maya las 200.000 pesetas (1.200 euros) del galardón para que estudiara danza a Madrid.

Mario Maya viaja a Madrid en 1955 y asiste sólo dos semanas a la academia de El Estampío y frecuenta a la vez el Colmao Villa Rosa, hasta que se enrola en unas actuaciones con Manolo Caracol. Despunta con su baile racial y concentrado, siendo menudo y espigado, pero de gran temple. Se integra en el cuadro del Tablao Zambra junto a figuras como Rosa Durán, Pericón de Cádiz, Perico el del Lunar y Rafael Romero, con quienes aprendió mucho.

Entre 1956 y 1958, Maya permanece tres temporadas con el Ballet de Pilar López, viajando por España y el extranjero. En 1959 entra en el madrileño Corral de la Morería, forma pareja con La Chunga, crean un estilo de baile flamenco a dúo muy especial e intenso y recorren Estados Unidos, Cuba y Argentina. En 1961 actúa en los festivales de Granada, y un año más tarde retoma el baile en pareja con María Baena, con quien también hace las Américas. En 1965 se instala en Nueva York, contratado por la Columbia Arts Management, donde desarrolla su estilo y toma contacto con la danza y el arte modernos. De nuevo en España, casado con la bailaora Carmen Mora (que falleció en un accidente), hacen el Trío Madrid con El Güito (Eduardo Serrano), innovando el baile flamenco con esta formación a tres. Recibe premios como el Vicente Escudero (1976) y el Nacional de Bailes de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera (1977).

Su obra coreográfico-teatral comienza con Ceremonial (estrenado en Granada en 1974 con textos de Juan de Loxa), intento pionero de hacer un teatro flamenco moderno, tras lo que regresa al Sacromonte en busca de sus orígenes. Allí abre su estudio Zincale, donde se dan cita escritores, pintores, músicos y otros artistas payos y gitanos. En 1977 escenifica las coplas de Juan de Loxa y con ¡Ay, Jondo! participa en la Primera Bienal del Flamenco de Sevilla. Después monta Amargo (basado en poemas de García Lorca), parte de una Trilogía de Tiempo, Amor y Muerte. Con su Teatro Gitano Andaluz inicia una etapa de búsqueda con Camelamos naquelar (Queremos hablar, con textos de José Heredia Maya), una obra acerca de la problemática de los gitanos.

Instalado definitivamente en Sevilla, funda en 1983 el Centro de Actividades Mario Maya para enseñar de ballet a baile flamenco. Crea con 18 bailarines el Flamenco Mario Maya Danza Teatro y debuta con Amargo en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1985. Después funda la Compañía Andaluza de Danza, para dotar al flamenco teatral andaluz de sede y repertorio propio.

Recibió el Giraldillo del Baile en la II Bienal de Sevilla en 1980, la medalla de oro de Andalucía en 1986 y el Premio Nacional de Danza en 1992. También grabó un disco y participó en películas. Le sobrevive su hija Belén, notable bailaora en la estela de su tradición.