Por la jungla en chanclas

La actriz madrileña, que el miércoles estrenó en Telemadrid la serie Viva Luisa, desató su lado más aventurero en un viaje a Guatemala con su pareja.

¿Vacaciones a lo Indiana Jones?

Algo así. Nos empezamos a desatar en Antigua Guatemala, una capital fundada en el siglo XVI por conquistadores españoles. Es un sitio precioso cuya arquitectura recuerda a sitios como Almagro. Hasta aquí, poco riesgo. Desde ahí nos propusieron una excursión al cercano Volcán de Agua, que estaba en plena erupción. Y nos apuntamos.

¿Y fue muy sufrido?

Hay que llevar un pañuelo para respirar y aguantar el olor a azufre, pero el espectáculo vale la pena. Es importante seguir las indicaciones del guía y no asustarse.

¿Hay motivos para ello?

Bueno, aunque transitas por ríos de lava enfriada, las suelas de las botas de montaña se acaban fundiendo. Literalmente. En los pies notas un calor que asusta.

Siguieron con las botas fundidas...

Sí, continuamos el viaje en Chichicastenango, en el norte. Es una ciudad sorprendente y famosa por su colorido mercado. El hotel también era peculiar. No había llave, sino un tipo que estaba disponible las 24 horas del día junto a tu puerta. Te ibas y él se encargaba de vigilar la habitación, además de hacer la cama, limpiar o encender la chimenea. Era raro tenerle ahí todo el rato.

¿Hicieron alguna excursión?

Por la selva, en los alrededores de la ciudad con un guía. Nos preguntó qué ruta preferíamos, y le dijimos que la difícil.

¿Y lo era?

Tanto, que hasta el guía se perdió, se nos hizo de noche y nos cayó una tormenta increíble.

Aprendieron la lección.

Bueno, en Tikal subir a sus pirámides impresiona, nos volvimos a perder en la jungla. Y esta vez íbamos en chanclas. Salimos del hotel para dar una vuelta y acabamos extraviados durante una hora y media.