Barreda y Cospedal encrespan a sus partidos

La ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Rural y Marino, Elena Espinosa, el responsable federal del PSOE en esta materia, Hugo Morán y, por encima, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, han sido requeridos por el PSOE de Valencia y de Murcia para que detengan las pretensiones del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista, José María Barreda. Éste convocó ayer a la presidenta del PP de esa región, María Dolores de Cospedal, para saber si mantenía su compromiso de defender el fin del trasvase del Tajo al Segura en 2015, tal como figura en el proyecto de Estatuto de Autonomía aprobado por unanimidad en las Cortes de Castilla-La Mancha y que empieza su andadura en el Congreso dentro de dos semanas.

Cospedal se ratificó en mantenerse unida a Barreda para defender el fin del trasvase a sabiendas de que le acarreará problemas en su partido. En efecto, de inmediato le llovieron las críticas de su compañero, el presidente de Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel, ante la presencia del presidente de Valencia, también del PP, Francisco Camps, ambos contrarios al fin de ese trasvase.

Valcárcel censuró a la secretaria general del PP, por su "ambigüedad", porque mantiene el fin del trasvase en su región, pero cuando actúa como secretaría general del PP, mantiene la defensa de los principios nacionales del PP en defensa del Plan Hidrológico Nacional que derogó el Gobierno socialista. Barreda, por su parte, se prepara "con pesar", según fuentes de su entorno, a tener un duro enfrentamiento con su partido y con el Gobierno de Zapatero.