La crisis amenaza con liquidar el plan contra la pobreza
Ban Ki-moon pide más ambición para cumplir los Objetivos del Milenio
Intenciones y muchas promesas. Es lo que se escucha estos días por los pasillos de las Naciones Unidas cuando los líderes mundiales debaten sobre cómo dar un nuevo impulso a los ocho Objetivos del Milenio para erradicar la pobreza y el hambre en el mundo. Los resultados, sin embargo, dejan mucho que desear a medio camino en el calendario y se teme que el tren esté a punto de descarrilar. Y con ello, la credibilidad de la ONU.
Queda mucho por hacer para cumplir la mayor parte de los objetivos, y en algunos casos se está yendo incluso hacia atrás por los problemas derivados del mayor colapso financiero desde la Gran Depresión, el alza del petróleo, las materias primas y los alimentos. La fecha fijada en 2000, cuando se anunció el plan de rescate de los más vulnerables, expira en 2015.
Los líderes mundiales se comprometieron en la declaración del Milenio a reducir la pobreza extrema a la mitad en este plazo, y a adoptar programas para reducir la mortalidad y la desnutrición infantil, garantizar la educación, promover la igualdad de género y combatir el sida. Para dar vigor al plan, en 2005 se pidieron 130.000 millones de dólares anuales hasta 2010, una cantidad cinco veces inferior a la que el Tesoro de EE UU movilizará para salvar a Wall Street.
Pero los países ricos no están cumpliendo sus compromisos de ayuda porque están más preocupados en este momento por ver cómo escapan de la recesión. Lo dijo en la apertura de la Asamblea General de la ONU su secretario general, Ban Ki-moon, que recordó que los más pobres están "preocupados por comer". Y les pidió más ambición y concreción.
Lo datos hablan por sí solos. La ayuda del mundo desarrollado cayó más de un 10% entre 2005 y 2007. Se suponía que esos eran los años de bonanza. La cantidad movilizada en términos absolutos representa el 0,28% de su riqueza nacional, muy por debajo del objetivo del 0,7%. Sólo Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia lo cumplen.
EE UU está al fondo de la lista, con el 0,16% del PIB dedicado a la cooperación al desarrollo. Japón, la segunda potencia económica, se queda en el 0,17%. El alza de los alimentos generó 75 millones más de personas hambrientas, lo que eleva el total a cerca de 1.000 millones. Otros 100 podrían sumarse en el próximo año. El presidente de la Asamblea, Miguel D'Escoto, recuerda que mientras se destina un dólar a la lucha contra la pobreza, 10 van a gasto militar. Con el coste de la guerra de Irak, dice, se cubrirían los estudios de los 75 millones de niños.
Sin dinero no es posible cumplir los Objetivos del Milenio. Lo advirtió Bill Gates, cofundador de Microsoft, que junto a su esposa, Melinda, preside la mayor organización caritativa del planeta.
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