El PP, sin candidato al Constitucional

El PP andaluz se topó ayer con la paridad y no pudo presentar al Senado a un candidato como miembro del Tribunal Constitucional a propuesta del Parlamento andaluz.

El pleno de la Cámara, tras un aplazamiento de 24 horas, votó ayer a los dos candidatos de Andalucía al Alto Tribunal, cuya elección final se decidirá en la Cámara Alta de entre todos los presentados por el resto de las comunidades autónomas. Los nombres avalados por el PSOE, Juan Carlos Campo, y PP, Enrique López, impidieron el día anterior que se produjera la votación ya que no respetaban la paridad. Al menos uno de los dos grupos debía presentar el nombre de una mujer. Ambos se mantuvieron en sus trece hasta el final y fue Izquierda Unida la que facilitó una salida y acudió en socorro de los socialistas al presentar como candidata a Carmen Catalán, de 47 años, asesora jurídica del Ayuntamiento de Puerto Real (Cádiz) El día anterior, IU descartó esta maniobra ya que su aspirante no tiene posibilidad alguna de salir elegida en el Senado, donde IU ni siquiera tiene representación.

Pese a que Catalán sólo obtuvo el voto de cinco diputados de IU, fue su nombre el que defenderá Andalucía junto al de Juan Carlos Campo. El aspirante del PP, Enrique López, sacó 47 votos.

Pese a que pueda parecer una aberración, no lo es o al menos no lo entendieron así los grupos políticos cuando en la anterior legislatura acordaron por unanimidad esta regla del Parlamento andaluz, el único de España que obliga a la paridad en las elecciones de cargos. Las normas complementarias sobre la presencia equilibrada de hombres y mujeres en los nombramientos y designaciones del Parlamento establecen que en el caso de que dos candidatos del mismo sexo sean los más votados, se pasará a la siguiente opción más votada de sexo distinto.

El PP calificó de "veto" lo ocurrido y acusó al PSOE de utilizar "torticeramente" la paridad para tumbar su propuesta, dijo Carlos Rojas. Su tesis fue que no había obligación de presentar propuestas paritarias, porque no se trataba de una designación o nombramiento sino de una "propuesta" del Parlamento andaluz. El nombre del aspirante del PP ha sido dictado por su dirección nacional a todos sus grupos parlamentarios. López ni siquiera es andaluz, sino "un señor de Cuenca", en palabras del socialista Manuel Gracia, quien aseguró que el PP andaluz había cometido un ejercicio de irresponsabilidad al hacer dejación de su autonomía.