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Patrimonio paraliza la subasta de butacas en el teatro Lara

Los arrendatarios niegan que esa decisión interrumpa su proyecto

Seguirán en su sitio, de momento. Las centenarias y polémicas butacas de cuero del teatro Lara no se moverán hasta que los técnicos de la Comunidad de Madrid evalúen su estado, características y antigüedad, así como los motivos por los que se pretendía venderlas y no restaurarlas.

Sigue el tira y afloja entre la Asociación de Amigos del Teatro (Amite) y los arrendatarios del Lara (Ayanta Barili, Carles Roca y Mercè Puy), que a pesar de perseguir el mismo fin -la conservación del teatro- no coinciden en los métodos.

Los 400 asientos de cuero bautizaron la sala como "La bombonera"

La denuncia presentada por la plataforma teatral ante la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad ha sido admitida y detiene temporalmente los planes de subastar en una fiesta pública las cerca de 400 butacas de cuero que dieron el sobrenombre de La Bombonera al teatro.

El documento emitido por Patrimonio reclama ahora a la Fundación Lara (propietaria del teatro) y a los arrendatarios "información sobre los motivos que han llevado a tomar la decisión de cambiar las butacas originales, incluyendo en su caso la justificación legal correspondiente, así como información documental y gráfica que detalle las características, alcances y afectación del bien por la intervención prevista".

Hasta entonces, "queda en suspenso" la subasta pública de venta y posterior retirada de las butacas, aunque la Consejería de Cultura y Turismo matiza que esta orden "no da la razón a Amite" -ni deja de dársela-, ya que el teatro Lara "no está declarado Bien de Interés Cultural ni está incluido en el Inventario de Bienes de la Comunidad".

La decisión queda en manos de los peritos y cabe la posibilidad de que se autorice la venta cuando finalice su estudio.

"Si finalmente la Comunidad permite esa subasta, estamos preparados para presentar una demanda civil y acudir a los tribunales. De momento, el anuncio de esa suspensión temporal asegura que se evitará el expolio del teatro, y confiamos en que siga así", advierte Emilio Valero, miembro de la plataforma.

Por su parte, los arrendatarios niegan que el documento emitido por Patrimonio interrumpa su proyecto. "Es mentira que hayan detenido la subasta, porque seguimos el procedimiento normal que conlleva cambiar el patio de butacas, como se haría en cualquier teatro, a la espera de esa autorización", argumentaba ayer Ayanta Barili, quien no quiso añadir nada más sobre el documento de la Comunidad.

Otro de los arrendatarios, Carles Roca, aseguró que "con Patrimonio hay un diálogo constante. Nos reuniremos próximamente para tratar ese tema, entre otros muchos, porque el teatro necesita esa restauración. Sean las butacas originales o bien otras nuevas que imiten a las antiguas, el hecho es que el patio de butacas tiene que ser renovado", recalcó.

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