Los sindicatos exigen una queja por la agresión a mandos policiales en Marruecos
Los sindicatos policiales exigieron ayer al Gobierno que proteste oficialmente ante Marruecos por la agresión que padeció el jueves en Beni Enzar -localidad marroquí colindante con Melilla- una delegación de seis policías, guardias civiles y funcionarios españoles que regresaba de una reunión de trabajo con sus homólogos del país vecino.
En un comunicado conjunto, las centrales SUP, CEP, UFP y SPP hacen un relato del incidente muy distinto de la versión que dio el viernes la Delegación del Gobierno en Melilla, a la que acusan de despachar lo sucedido como "incidente menor". En realidad fue, aseguran, "un ataque en toda regla a las instituciones gubernamentales españolas".
Unos 200 marroquíes "exaltados", señala la nota sindical, intentaron "linchar, apalear, lapidar, amenazar e insultar" a la delegación encabezada por el teniente coronel jefe de la Guardia Civil Ambrosio Martín de Villaseñor, al jefe superior de Policía, Juan Manuel Calleja, y al delegado de Hacienda, Jesús Ignacio Pérez Aguilera, a los que acompañaban tres colaboradores. Entre ellos, el inspector jefe de la frontera, Vicente Goya.
Los agresores fueron convocados por Said Chramti, un joven cuya entrada en Melilla está vetada. A principios del verano, Chramti capitaneó las manifestaciones que bloquearon la frontera melillense en protesta por la negativa de la policía española a dejar entrar por la tarde en la ciudad a los marroquíes.
Un inspector de baja
A consecuencia de las "lesiones" que sufrieron antes de refugiarse en una peluquería, el teniente coronel y el inspector jefe necesitaron asistencia hospitalaria en Melilla, según los sindicatos. El diario Melilla Hoy asegura incluso en su web que Vicente Goya está de baja.
El Ministerio de Exteriores no ha protestado formalmente, pero el director general de Mundo Árabe, Fidel Sendagorta, llamó el viernes por teléfono al embajador marroquí en Madrid, Omar Azziman, para expresarle su "preocupación" por lo sucedido, que "no se corresponde con las relaciones cordiales" entre ambos países.
Los sindicatos sostienen que la policía española actuó de forma "negligente" y con "pasividad" a la hora de proteger a los agredidos. Tras el incidente que protagonizó, Said Chramti no fue detenido ni llamado a comisaría para declarar, según fuentes marroquíes conocedoras de la situación en la frontera.
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