Una cofradía se queja de un supuesto boicot del arzobispado a Jaume I

La presidenta de la Asociación Cofradía Sant Vicent Màrtir de València, Rosa Araixa Navarro, denunció ayer el supuesto boicoteo por parte del arzobispado a la misa que la entidad tenía previsto celebrar el 8 de octubre en la Iglesia de Cristo Rey (conocida como Iglesia de La Roqueta) para conmemorar la acción de gracias del rey Jaume I al mártir con motivo de la conquista de la ciudad.

Después de ignorar largamente la invitación cursada por la asociación para que asistiera a la eucaristía, el arzobispado comunicó al sacerdote de la iglesia "que nos permitían hacer la misa, pero que no podía celebrarla el abad [de Poblet], y que además no teníamos que nombrar a Jaume I", afirmó Araixa en declaraciones a la Cadena Ser. La cofradía decidió suspender el oficio a la vista de esas limitaciones, añadió su presidenta, quien acusó al arzobispado de mantener "una actitud antivalenciana y cobarde" por negar la condición de La Roqueta "como un elemento histórico vinculado al primer mártir de la ciudad, y a la historia de Valencia".

El arzobispado negó las afirmaciones de Araixa. "No se corresponden en absoluto con la realidad", declaró un portavoz, quien agregó que las acusaciones se descalificaban "por sí solas". El portavoz no ofreció ninguna versión de lo sucedido, y tampoco confirmó o desmintió si se habían producido conversaciones sobre la misa.

Larga polémica

La cofradía señaló que hace varios meses invitó a la eucaristía a los prelados de la antigua Corona de Aragón como una forma de celebrar el 800 aniversario del nacimiento de Jaume I. Y que tenía la intención de que fuera oficiada por Josep Alegre, abad del Monasterio de Santa María de Poblet, en Tarragona, el lugar en el que históricamente se ha creído que está enterrado El Conquistador.

El acto no puede desvincularse, sin embargo, del principal objetivo de la cofradía: conseguir que el Gobierno valenciano y el Ayuntamiento de la ciudad promuevan una investigación arqueológica en el convento de Sant Vicent. En su subsuelo, afirman, se hallan las ruinas de un templo constantiniano y quizá restos del mártir. La Generalitat baraja otros usos para el edificio. El último, anunciado hace año y medio, fue que acogiera la sede del Centro Internacional Sorolla.