El decano de la banca de inversión

Lehman Brothers es un reflejo de los buenos y malos tiempos de Wall Street. El decano de la banca de inversión, fundado en 1850 por una familia de inmigrantes alemanes instalados en Montgomery (Alabama), forma parte de los cimientos del sistema financiero estadounidense. Por eso al parqué neoyorquino le cuesta digerir su caída.

Lehman nació en los primeros balbuceos de la revolución industrial y sobrevivió a la guerra civil americana (1861-1865), a la Gran Depresión (1929) y a varias crisis financieras. Henry Lehman fue el visionario, y seis años después se sumaría al negocio su hermano Emanuel, dando nombre a una franquicia que formó parte, en una fase temprana, de la expansión del sistema capitalista en EE UU. Empezaron utilizando el algodón como moneda de cambio con los granjeros locales, producto que luego canjeaban por efectivo en el mercado.

En 1858 abrieron su primera oficina en Nueva York. Lehman comenzó a expandir el negocio, invirtiendo en la construcción de la red de ferrocarril, que revolucionó el sector agrícola. En 1887 conquistó un asiento en el New York Stock Exchange. Y con la llegada del nuevo siglo participó en la creación de gigantes comerciales como Sears o Macys. Después llegarían los medios de comunicación y el petróleo.

La expansión internacional se produjo durante los sesenta y setenta, con la apertura de oficinas en París, Londres y Tokio. La entidad perdió su independencia en 1984, tras ser absorbida por American Express, bajo cuyo paraguas estuvo hasta 1993. En 1994 empezó a cotizar en Wall Street.

El estilo y la calidad de sus operaciones bastaban para atraer a los mejores brokers. Por eso muchos en Wall Street se fueron el pasado viernes a casa pensando que esta vez también superaría la prueba.