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La crisis refuerza el papel de Solbes en el Gobierno

El vicepresidente ya ha hecho gala de su autoridad con recortes y propuestas

Luis R. Aizpeolea

La figura del vicepresidente económico, Pedro Solbes, emerge con fuerza en el Gobierno, con el respaldo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, para afrontar la crisis económica. El ministro, que desde el lunes de la pasada semana ya forma parte del sanedrín que dirige la política socialista, la reunión de maitines, -es el único ministro que participa junto con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba- cuenta con la fuerza suficiente para imponer sus criterios en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. Lo está demostrando al protagonizar los recortes en unas cuentas del Estado para 2009 que serán muy restrictivas y tendrán un techo de gasto del 4,5%.

Una vez que el presidente del Gobierno decidió -y posteriormente ratificó en el acto público con el que inauguró el curso político en Rodiezmo- la salvaguarda de los compromisos sociales mínimos, como las pensiones, la cobertura de desempleo, las becas..., y de infraestructuras, Solbes tiene mano libre para moderar las políticas de gasto de los ministerios.

Anteriormente ya había hecho gala de su autoridad ante el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, al recortar su Plan de Empleo de 2.000 millones de euros a 1.200, y semanas atrás al oponerse a subvencionar a la empresa constructora Martinsa su salida de la crisis frente al criterio del ministro de Industria, Miguel Sebastián.

Su dominio del área económica del Gobierno volvió a ponerse de manifiesto en la preparación del debate monográfico sobre el desempleo, celebrado el pasado miércoles en el Congreso. Fueron Solbes y su equipo quienes cooperaron con el Gabinete de la Presidencia en la elaboración del discurso de Zapatero.

También fueron Solbes y su equipo quienes convencieron a Zapatero de que debía adoptar la medida estrella anunciada por el presidente en el debate monográfico sobre la crisis celebrado el pasado miércoles: abrir una línea de crédito de 3.000 millones para que las promotoras que no logren vender sus pisos tengan facilidades para refinanciar su deuda por la vía del alquiler.

La Moncloa y el equipo de Solbes consideran que ese debate parlamentario fue una oportunidad perdida ante la ausencia de propuestas, sobre todo, del líder de la oposición, Mariano Rajoy.

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El ministro de Economía ha asumido la tesis del presidente de que la crisis no la paguen los más débiles, al salvar los compromisos sociales mínimos en las próximas cuentas del Estado. Según fuentes de su entorno, Solbes está convencido de que si Rajoy rehuyó precisar sus propuestas y ese debate es porque muy probablemente propondría lo que hizo el Gobierno del PP durante la crisis de mediados de los noventa: congelación del gasto social y del sueldo de los empleados públicos.

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