El parque de Ford calcula que despedirá a media plantilla

Una nueva voz advirtió ayer del terremoto laboral que desencadenará el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por la planta de Ford de Almussafes. La alerta provino esta vez del Parque Industrial Juan Carlos I, donde se halla la factoría. Su presidente, Nicolás Agustín, calculó que entre 2.000 y 2.500 personas, de las 5.000 que trabajan en el polígono, perderán su empleo debido al alto grado de dependencia que tienen con la fábrica, según recogió Europa Press. El 70% de las empresas del Juan Carlos I se dedica al sector de la automoción, y buena parte de ellas tiene a Ford como único cliente. Agustín aseguró, no obstante, que los empleados volverán a sus puestos de trabajo en tres meses, en cuanto termine el ERE de Ford.

Palma afirma que los concesionarios dejarán en la calle a 2.000 trabajadores

La posibilidad de que algunas empresas pretendan aprovechar la decisión de la multinacional para desprenderse injustificadamente de trabajadores fue abordada ayer por los sindicatos. "Personalmente, creo que hay listillos que van a aprovechar la crisis para hacer limpieza de trabajadores", afirmó el secretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, quien añadió que esa táctica no se circunscribe sólo al sector del automóvil.

Joan Sifre, secretario general de CC OO-PV, recordó que para que la Administración apruebe un expediente de regulación de empleo sus causas deben ser "muy concretas y estar justificadas", al tiempo que avisó de que todos los ERE, incluido el de Ford, "serán muy vigilados por los sindicatos" para comprobar ambos extremos.

El consejero de Economía, Gerardo Camps, declinó opinar sobre los expedientes que no se han presentado, incluido también en este caso el de Ford.

Al mal augurio de la industria auxiliar de automoción se sumó, finalmente, el de los concesionarios de automóviles, tan castigados como los fabricantes por el desplome de las ventas. Manuel Palma, presidente del Grupo Palma y consejero de la Federación de Concesionarios de Automóviles de España, estimó que los establecimientos despedirán a 2.000 personas. El mayor problema del sector, afirmó, no es la falta de dinero de los clientes, sino "el pánico que le ha entrado al ciudadano a la hora de consumir".