Reclutas sin reclutar

En el mercado de trabajo las noticias que aparecen día a día van empeorando las anteriores. En agosto el paro en España ha superado los 2,5 millones de personas, el peor dato de la última década (tras una escalada del 25% respecto al mismo mes de 2007) y que, sin ninguna duda, va a deteriorar el negocio de las compañías que intermedian en la contratación. Ya lo está haciendo. Da igual que quien busca trabajo tenga formación o no. Si el goteo de ofertas de empleo para las personas sin cualificación se había dejado ver hace unos meses, ahora llega hasta los mismísimos directivos.

"Las empresas de trabajo temporal las están pasando canutas, las que se dedican a la contratación de mandos intermedios se han sumido en una guerra de precios ante la falta de demanda y, en la parte alta del mercado, también hay menos negocio. Las grandes compañías, como Telefónica, BBVA, Iberdrola, Indra..., no reclutan a nadie porque la mayor parte de sus necesidades está en Latinoamérica", señala Ignacio Bao, presidente de Bao & Partners y de Signium Internacional. En su opinión, si el negocio de los cazatalentos mueve en España más de 200 millones de euros anuales, en 2008 caerá un 20%.

La demanda de directivos se ha frenado. Lo sufrirán los 'cazatalentos'

"El mercado está muy deprimido. La contratación tanto de directivos como de no directivos podría haberse reducido a la mitad respecto al año pasado y durante 2008 la actividad global caerá entre un 25% y un 30%", prevé el socio de Ray & Berndtson, Carlos Monserrate.

Y lo peor está aún por llegar, según coinciden todos. Porque, en palabras de José Ignacio Jiménez, director de Norman Broadbent, "la preocupación no es tanto por este año como por el que viene. La primera parte de 2008 ha sido buena y, aunque hay menos búsquedas de ejecutivos, el precio medio de cada una de ellas ha aumentado, con lo que conseguiremos que se mantenga como 2007. Otra cosa será 2009".

"El año que viene va a ser muy duro. Se va a destruir empleo seguro. La banca, las empresas de distribución y consumo, las inmobiliarias y los medios de comunicación van a reducir sus plantillas; algunas corporaciones soltarán lastre a través de despidos encubiertos o planes de prejubilaciones. La crisis económica se deja notar en las ofertas de empleo, como sucede en el resto del mundo. Estados Unidos lo pasa mal, también Europa, y en Asia el mercado está parado por el contagio internacional. Sólo existe un crecimiento potente en lo que a la búsqueda de directivos se refiere en los Emiratos Árabes, Rusia, Japón y Australia", advierte Bao.

Y, como los tiempos han cambiado de forma radical, también el tipo de ejecutivo que se necesita. "En momentos de crisis se transforma el modelo de gestión de las empresas, suele haber reorganizaciones y expedientes de regulación de empleo", explica Monserrate. De ahí que se busquen consejeros delegados con experiencia en gestión de crisis y capaces de motivar a unos equipos que van a tener que tomar decisiones tan complicadas como incómodas; directores financieros, con credibilidad y acceso a las entidades financieras para conseguir crédito, y directores de recursos humanos con habilidades negociadoras y bien vistos por los sindicatos. Esos son los pocos perfiles directivos para los que hay demanda, según el presidente de Bao. A los que Ray & Berndtson suma responsables de diseño y desarrollo tecnológico y directores de desarrollo de procesos, capaces de gestionar el cambio en la organización.

Entre las actividades que han frenado en seco las contrataciones la construcción-inmobiliaria se lleva la palma. Pero sectores que reclutaban a gran cantidad de directivos hasta ahora, como servicios financieros y servicios profesionales (fundamentalmente consultoría y abogacía) han reducido al menos un 20% su actividad en lo que llevamos de ejercicio, algo más que el de salud, señala José Ignacio Jiménez. Sin embargo, tecnología y energía crecen.

Respecto a los mandos intermedios más solicitados, en opinión de Verónica Montesinos, directora general adjunta de Hay Selección, son los del área comercial y de operaciones, y los sectores más activos en la contratación, el energético, las tecnologías de la información, farmacia y sanidad. Según Montesinos, "existe una gran prudencia por parte de las empresas a la hora de poner en marcha procesos nuevos de contratación, que se han vuelto mucho más largos en el tiempo. De hecho, el trabajo que tenemos en marcha ahora procede del primer semestre".