Racismo y trasplantes
El sindicato de médicos egipcio -controlado por los integristas de los Hermanos Musulmanes- acaba de prohibir el trasplante de órganos entre musulmanes y cristianos. Mientras la ciencia trata por todos los medios de evitar los rechazos espontáneos, estos cirujanos impostores -verdaderos okupas del quirófano- quieren impedir a toda costa, y en nombre de la fe, que un musulmán enfermo pueda sanar gracias a la intervención de un donante "infiel". Prefieren a sus pacientes muertos, pero sin "contaminar". Racismo en estado puro.
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