Un incidente obliga a cerrar San Pablo
Un avión privado efectúa un aterrizaje de emergencia sin causar heridos
Un avión privado tuvo ayer que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, después de que el piloto advirtiera un fallo en el tren de aterrizaje. Los 10 ocupantes de la aeronave (ocho pasajeros y dos tripulantes) resultaron ilesos, aunque el aparato se golpeó contra la pista al tomar tierra.
El incidente afectó al tráfico de seis aeronaves
Según explicaron fuentes de Aena, el avión, fletado por Airbus España, había despegado sobre las 17.30 desde Sevilla con dirección a Toulouse (Francia) para transportar a ingenieros que trabajan en las plantas aeronáuticas que Airbus tiene en estas dos ciudades. Poco después de levantar el vuelo, el piloto advirtió el fallo y pidió volver. Al aterrizar se golpeó el ala, lo que, además, supuso que la aeronave derramara 1.700 litros de combustible sobre la pista de aterrizaje, que tuvo que ser cerrada al tráfico.
El incidente obligó a desviar al aeropuerto de Jerez a los vuelos que tenían previsto llegar a Sevilla en las últimas horas de la tarde de ayer. Tres aviones que habían cambiado su ruta para tomar tierra en la ciudad gaditana, mientras que otros tres que tenían que haber salido de Sevilla estaban a la espera de poder hacerlo. El aeropuerto volvió a operar con normalidad a partir de las 21.00.
En el aeropuerto de San Pablo se vivieron ayer momentos de nervios. Mabel Sánchez, sevillana de 27 años, se derrumbaba en una de las ventanillas de información: se casa hoy y parte de los invitados llegaban ayer de Holanda y Reino Unido. "¡No sé dónde están! ¡La boda es mañana y nadie me dice dónde han aterrizado... si es que lo han hecho!", protestaba Sánchez angustiada. Los vuelos que esperaba eran de ClickAir, Iberia y Spanair.
En la zona de salidas, varios autobuses esperaban a los pasajeros para trasladarlos al aeropuerto de Jerez. Sergi Nadal, de Barcelona, se montaba a regañadientes. Había pasado tres días en Sevilla y regresaba a la capital catalana. "Llevo dando vueltas dos horas. ¡Y encima han perdido mi equipaje!", criticaba.
La malagueña Auxa Gayola fue a San Pablo a recoger a su pareja alemana: "Debía haber llegado hace tres horas pero no sé dónde está", explicaba. Reconocía la amabilidad de las personas que le atendían en el aeropuerto pero criticaba "la falta de información". Y como ella, muchos grupos de personas.
En la ventanilla de reclamaciones, una pareja escribía sin parar. Ella levantó la cabeza para preguntar, por tercera vez: "¿Dónde está el avión que venía de Pisa?". Pero no había respuesta. "Un poco de paciencia", suplicaban desde las ventanillas de información.
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