Feijóo acusa a los líderes del bipartito de sumar a la económica "otra crisis política"
El presidente del Partido Popular de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, acusó ayer al jefe del Ejecutivo, Emilio Pérez Touriño, y al vicepresidente Anxo Quintana de "agravar" la situación económica con otra "crisis política" por el intercambio de declaraciones que los socios del Gobierno mantuvieron durante los últimos días. "Menudo Gobierno tenemos cuando se tienen que reunir para ponerse de acuerdo en gobernar", advirtió el líder de la oposición, quien recriminó a Touriño que prefiriese "tomar el sol a hablar de la crisis económica este verano".
Pese a su dura crítica contra la coalición de PSdeG y Bloque, "un Gobierno roto", Feijóo consideró "un mal menor" la decisión del presidente de agotar el mandato. "El PP tiene una enorme responsabilidad, en un momento de crisis no podemos quedar sin Gobierno, aunque sea malo, porque de este modo no habría posibilidad de negociar los Presupuestos Generales del Estado y el modelo de financiación", argumentó. "Galicia tiene que estar sentada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera [en el que están representados todas las comunidades] y su conselleiro de Economía no puede estar en un mitin".
El líder conservador refrendó su propuesta de pactos al bipartito con una oferta envenenada. Se comprometió "dado que Touriño no tiene autonomía en el PSOE", a reforzar el peso de Galicia en el debate sobre el reparto de fondos con la unidad de los tres partidos para hacer frente al presidente de la Generalitat, José Montilla, que en su opinión sí tiene fuerza en el PSC. Feijóo instó a nacionalistas y socialistas gallegos a hacer los deberes en este último período de sesiones para que la próxima legislatura no empiece hipotecada. El presidente del PP volvió a tildar de "muy grave" la situación económica de Galicia con un pronóstico: en los próximos meses "4.000 trabajadores de la construcción pueden acabar en el paro".
Su invitación al diálogo de las tres fuerzas políticas busca también el acuerdo para negociar los Presupuestos Generales del Estado y el voto en urna de los emigrantes que permita que las próximas autonómicas sean unas "elecciones limpias" en las que "ningún partido parta con ventaja". En su primera reunión con los diputados y otros cargos de su partido tras el verano, el dirigente popular evitó ratificar las declaraciones de Manuel Fraga que el sábado llamó a los nacionalistas "traidores a España". Feijóo subrayó que en esa definición "se pueden reflejar los nacionalismos violentos que no respetan la Constitución", pero distinguió también otras formaciones que sí respetan las normas constitucionales. En cualquier caso, calificó los nacionalismos como "ideologías del siglo XIX".
En el día en que entró en vigor la reforma del impuesto de sucesiones y donaciones, el líder de la oposición anunció que introducirá una enmienda en la ley de Presupuestos para suavizar todavía más el tributo y conseguir "la igualdad de todos los gallegos".
