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Continúa grave el vigilante que recibió dos tiros de un escolta

El agresor sigue en comisaría antes de pasar a disposición del juez

El vigilante jurado César Carmona, que el pasado viernes recibió dos disparos de bala, en el hombro y el muslo izquierdos, a cargo de un escolta privado continuaba ayer en estado grave e ingresado en la unidad de reanimación del Hospital de Basurto. El herido fue intervenido el mismo día de los hechos para extraerle una bala que tenía alojada en el hombro izquierdo. Su evolución ha sido favorable y hoy podría facilitarse un nuevo parte médico, según fuentes hospitalarias.

Por su parte, Roberto Carlos De Jesús, de 31 años, el escolta detenido tras herir a tiros al vigilante jurado y a un transeúnte en la estación de Abando continuaba ayer en dependencias de la Ertzaintza a la espera de pasar a disposición judicial. Fuentes policiales aseguraron que podría ser acusado de sendos delitos de agresiones y homicidio frustrado.

La Ertzaintza mantiene abierta la investigación sobre el tiroteo

Los hechos se produjeron poco antes de las tres de la tarde del pasado viernes en la primera planta de la terminal de Renfe en pleno centro de Bilbao. Mientras el concejal del PP en Portugalete Santiago Pérez comía un bocadillo en un establecimiento situado junto a los andenes, uno de sus guardaespaldas inició una discusión con el vigilante jurado de la estación. Tras amenazarse el uno al otro con sacar la pistola, a una distancia de cinco metros aproximadamente, el primero disparó su arma hiriendo de gravedad al vigilante, quien recibió dos impactos, uno en el hombro izquierdo y otro en la ingle.

Una de las balas atravesó el muslo, pero la otra quedó alojada junto a la clavícula. Tras ser atendido en el lugar del suceso por las asistencias médicas, fue trasladado en estado grave al Hospital de Basurto, donde fue intervenido bajo anestesia local. Otro proyectil atravesó el brazo de una persona que se encontraba en el lugar y que sólo necesitó una cura. En la zona aparecieron varios impactos y casquillos, aunque se desconoce si todos corresponden al arma del escolta.

La Ertzaintza, por su parte, logró detener al autor de los disparos, quien según algunos testigos reaccionó con una "tranquilidad pasmosa" tras la refriega.

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La empresa para la que trabajaba el escolta detenido, el Grupo Ombus, con sede en Madrid, declinó ayer pronunciarse sobre la situación de su empleado: "No vamos a hacer ninguna declaración", se limitó a decir un representante de la compañía.

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