Hallan el cadáver calcinado del anciano que provocó el incendio
Severino Basalo, de 96 años, tenía antecedentes incendiarios
Severino Basalo Cid era un incendiario convicto de 96 años. El miércoles era el día elegido para su misión. Prendería fuego a un monte de maleza y luego huiría a su casa de la parroquia de Quintela de Umoso, en el municipio de Viana do Bolo (Ourense). Pero sólo pudo llevar a cabo una parte del plan.
Los helicópteros antiincendios de la Consellería de Medio Rural encontraron su cuerpo calcinado entre los rastrojos después de extinguir el conato que originó.
Vio a los agentes antiincendios, se fue a comer y volvió a quemar los rastrojos
Los vecinos de Viana do Bolo y los servicios antiincendios del municipio cuentan la misma historia. Basalo intentó prender fuego a un montículo de restos de maleza que estuvo almacenando el miércoles por la mañana en un paraje llamado Souto de Portela. No lo consiguió. Vio llegar a los técnicos de extinción de incendios de Viana do Bolo, que fueron alertados por los vecinos del pueblo, e interrumpió su fechoría. "Se asustó, lo dejó y luego se fue a comer", cuentan.
Con el estómago lleno, a las 15.10 horas, Basalo volvió a intentarlo. Los vecinos avisaron de nuevo al pelotón antiincendios de la localidad orensana que, junto con un agente forestal, cuatro brigadas, tres motobombas y un helicóptero de Medio Rural extinguió el fuego a las 17.45 horas. El incendio afectó a 0,01 hectáreas de una zona arbolada de castaños, según la Guardia Civil.
Poco después del suceso, el hijo del anciano alertó de la de-saparición de Basalo. Creía que se había escondido, pero no lo encontró por ninguna parte. Un helicóptero de Medio Rural se desplazó una vez más a la zona del conato y encontró el cadáver calcinado de Severino Basalo justo en el punto donde se originó el fuego. Los vecinos de Viana do Bolo cuentan que, mientras el helicóptero trabajaba en la extinción del incendio, los agentes no se percataron del cuerpo porque "estaba tumbado con los brazos abiertos y se confundía con un tronco". Basalo había sido detenido varias veces como presunto incendiario, siempre denunciado por sus vecinos, según fuentes de la Consellería de Medio Rural.
La Autoridad Judicial ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al depósito municipal. Severino Basalo fue enterrado ayer a las 20.00 horas en el cementerio de Viana do Bolo.
La Consellería de Medio Rural lamentó este "trágico accidente" y recordó, una vez más, que las quemas están prohibidas "en esta época de máximo riesgo de incendio", ya que pueden ocasionar "actuaciones negligentes con consecuencias dañinas para las personas".
Ayer, un día después del fuego en Souto de Portela, se registraron 32 incendios (incluidos conatos) en toda Galicia: uno en la provincia de A Coruña, cinco en Lugo, 23 en Ourense y tres en Pontevedra. La superficie total afectada fue de 72,87 hectáreas, según Medio Rural. El registro de mayor relevancia se produjo en el ayuntamiento de Riós (Ourense), donde resultaron afectadas 2,10 hectáreas de supercie arbolada y 53,90 de superficie rasa.
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