¿Quién es Barcelona?

A la vista del extraño título de la última película de Woody Allen, recién estrenada en Estados Unidos, parecería que sólo cabe preguntarse quiénes son Vicky y Cristina, porque nadie ignora quién es Barcelona. Un reciente estudio la coloca como tercera ciudad europea con mejor imagen de marca, tan sólo detrás de París y Londres. El estudio analiza, además, si la imagen se corresponde con los activos reales, y aquí Barcelona vuelve a obtener la tercera plaza. En casi cualquier parte del mundo se sabe que es la ciudad mediterránea que alberga la Sagrada Familia, un museo Picasso o uno de los cascos antiguos mejor conservados y más integrados en la vida urbana, tanto diurna como nocturna. Barcelona comenzó a despegar con los Juegos Olímpicos de 1992, pero desde entonces no ha dejado de seguir mejorando su proyección como ciudad moderna y de vanguardia. Se pensaba que la película de Woody Allen, recibida con grandes elogios por la crítica norteamericana, venía a ratificar lo que Barcelona ha conseguido en estos años.

Tal vez estimulado por la buena reacción de la crítica, Allen ha declarado que la historia narrada en su filme también podría haberse desarrollado en París o en Venecia, pero nunca en Londres. Según el director norteamericano, la película exigía "una ciudad más exótica" que la capital británica.

Se deduce, entonces, que París y Venecia, además de Barcelona, son ciudades exóticas o, al menos, más exóticas que Londres. Y es aquí donde surge la duda de si, en realidad, la Barcelona que se conoce es la verdadera, por no hablar de París o de Venecia. Barcelona, ¿ciudad exótica?

Habrá que reconocer a las declaraciones de Woody Allen el portentoso efecto de que, ante el extraño título de su película, no sólo haya que preguntarse quiénes son Vicky y Cristina, sino también quién es Barcelona. La ciudad que hasta ahora se conocía, y a la que se le asignaba la tercera mejor imagen de marca entre las europeas, ha merecido muchos calificativos, pero nunca hasta el momento el de exótica. Es seguro que el genio de Allen habrá logrado explicar el porqué, pero hasta que no se estrene su obra habrá que habituarse a contemplar una ciudad inagotable y, por inagotable, desconocida.