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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ayer y hoy en nuestra economía doméstica

Hoy, se dice, en España se vive el llamado "Estado de bienestar" que entre los muchos beneficios que nos ofrece podrían destacarse, como llamativos, el poder viajar un fin de semana a Praga a precio asequible o disponer en la mayoría de los domicilios de Internet en alta velocidad, así como otros muchos elementos de consumo que, sin ser vitales, han sido convertidos en necesarios gracias a la inteligente acción del marketing.

Sin embargo, habría que valorar otros datos más precisos para una economía doméstica y compararlos con la situación que teníamos 30 años atrás. Y nos sorprendería constatar que, por ejemplo, un ciudadano medio pagaba el precio total de su vivienda con 17 salarios, mientras que en 2008 se precisan de 320 nóminas mensuales para tener casa propia. Y seguimos: con un sueldo medio se costeaban, en 1978, 1.166 litros de gasolina; hoy día sólo tendríamos 792 litros con el mismo sueldo. Una mensualidad en 1978 daba para comprar 3.500 periódicos; hoy, 872. En cuanto al pan, alimento vital para el ser humano, con un sueldo de 1978 teníamos para 3.500 barras, mientras que con uno de hoy habría que dejarlo en unas 1.500 barras, más o menos la mitad.

El Estado del bienestar nos ha traído muchas ofertas de viajes -que luego se pagan a plazos cuando ya se han disfrutado-, un amplio abanico de ocio para la juventud, hasta 17 parlamentos autonómicos con presupuestos que no dejan lugar a dudas de que en España se respetan los derechos históricos de cada región, pero todo ello a costa de un descenso en el nivel de la economía real, la cotidiana y diaria, y ello por medio de un impresionante efectismo de imagen que revela un falso desarrollo socioeconómico en los ámbitos más básicos de la existencia.

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