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Reportaje:Chiringuito de verano en... Montjuïc

Una hora en Miramar

La terraza de este chiringuito permite disfrutar del espectáculo del puerto gratis

¿Mar o montaña? El género de este chiringuito lleva en efecto a plantearse el clásico dilema del verano. Porque Miramar se halla en la montaña de Montjuïc, pero mira al mar, como su nombre indica. Dejémoslo, con alguna duda, en chiringuito de montaña. No es un local especialmente recomendable por cómo te acogen o por lo que te sirven: los camareros, asiáticos, te entienden con dificultad y las bebidas no están todo lo frías que debieran. El plato de tapas variadas va a 12,95 euros y la ración de "jamón español" -sic- a 16,95, IVA no incluido. Justo debajo del chiringuito hay un restaurante de diseño del mismo nombre, con platos también de diseño, es decir, caros y de porciones mínimas. Además, el aire acondicionado está a una temperatura glacial. Entonces, ¿a qué viene traer Miramar a colación en esta sección?

El chiringuito no sólo debe valorarse por su esencia restauradora, sino por lo que le rodea

Conviene aquí introducir una breve reflexión filosófica: el chiringuito, como el propio diminutivo sugiere y algunas acepciones corroboran, no es un lugar que valorar únicamente por su esencia restauradora, sino también por las circunstancias que lo rodean: el fresco, la panorámica, el ambiente distendido. Desde esta consideración, Miramar ofrece un ecosistema muy variado. Aclaremos: el chiringuito conocido de toda la vida como Miramar, el que se asoma a la vertiente meridional de la montaña, está cerrado por problemas de desprendimientos. Nos referimos al que queda encima de la estación del teleférico, antaño un grasiento asador de pollos. Hay que convenir que desde que se inauguró el túnel bajo el hotel de Tusquets para desviar el tráfico hacia el puerto, estos jardines, todavía con reformas pendientes, han ganado mucho: las estatuas sedentes o yacientes de formosas matronas y la ordenada avenida de árboles de la bella sombra (Phytolacca dioica) configuran un sosegado pórtico novecentista a este bar.

Desde la terraza, el panorama se abre desde el Baix Llobregat hasta el muelle Adossat, donde se hallan atracados los descomunales barcos. En días claros, al fondo en dirección noreste, se recorta el Turó de l'Home. Pero una vez dado el vistazo general y tras haberse planteado las típicas preguntas sin respuesta -ejemplos: ¿por qué la plaza de la Carbonera dejó de humear así que se construyó?; ¿quién autorizó la construcción del hotel Vela?, etcétera-, la atención se focaliza en el puerto. La cantidad de cosas que pasan ahí abajo en esta época del año es espectacular y todo intento de agotarlas en una crónica resultaría insensato. Demos a modo de muestra una secuencia cronológica.

19.03 horas. Una golondrina moderna de las que van al Fórum y otra de las de toda la vida se cruzan frente al Portal de la Pau. / [19.05. En la mesa de la izquierda, una pareja de japoneses fotografía a su hijo de corta edad]. / 19.12. Sale del Marítim un catamarán king-size. En mar abierto aparece un carguero de la compañía Baleària. / 19.15. La cabina del teleférico sale de Miramar. Se cruzará con su gemela en la torre de Jaume I cuatro minutos después. / [19.17. En la mesa de la derecha, dos mujeres discuten]. / 19.21. En algún momento entre las 19.03 y esta hora ha zarpado del muelle de Sant Bertran el traghetto de la Grimaldi rumbo a Civitavecchia

[el cronista pide disculpas por la imprecisión, no da abasto]. / 19.29. El catamarán king-size pasa por detrás de la escollera con la mayor izada. / [19.30. Se van los japoneses. Su lugar lo ocupa una pareja argentina de edad y su anfitrión local. Las mujeres de la mesa de la derecha se han reconciliado]. / 19.35. Tras un elegante giro, el carguero atraca en el muelle de Barcelona. / 19.44. Entra en el puerto el ferry Murillo de la Transmediterránea, cargado de tráilers. / 19.59. Con una majestuosa maniobra de popa, el Murillo lanza amarras al otro lado del muelle de Barcelona. / 20.05. La lancha recoge al práctico del Murillo y se aleja veloz. Acto seguido empieza la descarga de tráilers.

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En fin, este chiringuito incluye la película en el precio de la consumición. Barato.

El panorama se abre desde el Baix Llobregat hasta el muelle Adossat.
El panorama se abre desde el Baix Llobregat hasta el muelle Adossat.CARLES RIBAS

Miramar

Queda encima de la estación del teleférico de Barcelona, justo en la esquina del parque que hay delante del hotel del mismo nombre.

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