El capricho español de Ecclestone

Valencia tendrá listo su Gran Premio de Europa de Fórmula 1 este verano en lo que será el nuevo gran trazado urbano del campeonato de 2008. Las obras del circuito de avanzan a contrarreloj y se aprovechan como campaña de promoción para la ciudad.

"Estamos tranquilos en lo referente a la seguridad de este circuito", dice Roig

Bernie Ecclestone, el mandamás que controla la Fórmula 1 y sus derechos, visitó Valencia tiempo atrás: el Gobierno autonómico tenía interés en un nuevo evento deportivo y promocional que sumar a las regatas -hoy tan evaporadas- de la Copa del América. A Ecclestone le fue sugerida políticamente la idea de traer la Fórmula 1 al circuito Ricardo Tormo. Pero el empresario vio las fuertes reformas del puerto de la ciudad. Se imaginó a los bólidos corriendo frente al mar y los barcos, a través del innovador diseño de la zona. En su cabeza, vio esa imagen en televisión. Y lo decidió: si Valencia quería Fórmula 1, el puerto y la ciudad debían ser el escenario. Encajaba en su maniobra de expansión total para su deporte, siempre en espacios personalizados y con vida propia.

La gestión del circuito iba a pasar por Valmor, sociedad integrada por Bancaja, el ex motorista Jorge Martínez Aspar y Fernando Roig, presidente del Villarreal CF. Valmor apunta que a Ecclestone se le pagó un canon inicial de 26 millones de dólares. Se cerró el contrato de celebración por siete años, con opción a más. Había que empezar en 2008, para aprovechar el tirón del acuerdo. El día del Gran Premio de Europa -así se bautizó la F1 de Valencia- será el 24 de agosto. La modestia se dejó a un lado: es el mismo que se clausuran las Olimpiadas de Pekín.

La actuación de las obras -y el propio esquema del circuito- tiene dos grandes núcleos. Por un lado, la creación de un nuevo barrio urbano. Por otra, la adecuación de la dársena interior del puerto. El gran premio discurrirá especialmente en torno a esta última. Y como la celebración de una nueva Copa del América en Valencia está fuera de juego, las competiciones de bólidos serán las nuevas regatas. Aunque se espera que con un calado bastante más masivo.

La carrera discurrirá en el sentido de las manecillas del reloj sobre un trazado de 5.400 metros. El tiempo por vuelta será de 1,37 segundos, y la velocidad máxima será de 323 kilómetros por hora, la cifra más alta tras Indianápolis y Monza. Lo más singular ha sido el traslado de un puente giratorio para que los coches puedan volar sobre el canal de acceso a la dársena del puerto. "Las obras se han ajustado a los plazos", insiste Fernando Roig, desde Valmor. "Estamos tranquilos en lo referente a seguridad de este circuito", continúa, "todo está supervisado por las organizaciones pertinentes". "Cuando hemos presentado los detalles a pilotos y equipos, se han quedado tranquilos".

Comparándolo con el famoso circuito de Montecarlo, el de Valencia aumenta la anchura de pista y áreas de escape, y permitirá los adelantamientos. Aunque nadie lo expone a las claras, se ha hablado de inversiones de 40, de 50 millones de euros. En teoría -muy en teoría- se amortizarán a través de concesiones y agentes urbanizadores, pero el dinero hay que adelantarlo administrativamente. Esto ha sido duramente criticado desde diferentes sectores. Además, la plataforma Fórmula Verda, que agrupa a diferentes entidades descontentas con el circuito, ha elevado a la Comisión Europea una denuncia contra el proyecto por su falta de estudio previo de impacto ambiental.